La Dirección General de Tráfico (DGT) pondrá en marcha desde el próximo jueves, 17 de marzo, cinco nuevos radares de control de velocidad, tres en la provincia de A Coruña y dos en la de Ourense. Los nuevos dispositivos tienen como objetivo el descenso de los accidentes a través de la reducción del límite de velocidad, informa la Delegación del Gobierno en Galicia a través de un comunicado.

En A Coruña habrá dos nuevos radares que tendrán el límite situado en ochenta kilómetros por hora, el primero en la carretera nacional 550, en A Sionlla-Santiago entre los puntos kilométricos 54,6 y 56,1 en sentido hacia Compostela, y el segundo en esa misma vía, en el kilómetro 55,8 en sentido hacia A Coruña.

En la AC-12, que une la nacional VI con A Coruña, habrá otro radar limitado a setenta kilómetros por hora, en el punto kilométrico 8,33 en sentido hacia A Coruña, en la conocida curva de Biona. Los dos nuevos radares de Ourense están limitados a setenta kilómetros por hora, el primero será de tramo en la nacional 525, entre Benavente y Santiago, entre los puntos 242,2 y 246, en sentido hacia la capital gallega.

En esta misma carretera a la altura del kilómetro 244,85 estará, en sentido hacia Benavente, otro punto de control de velocidad y todos estarán indicados mediante señal vertical previa.