En 2014, del tramo autonómico del impuesto sobre Hidrocarburos -la figura tributaria que sustituyó en 2013 al tributo minorista sobre las ventas de combustibles declarado ilegal- se esperaba un incremento en la recaudación del 174,15%, cerca de los 50,6 millones de euros, gracias a la subida de tipos impulsada por la Xunta. Tanto en gasolina como en gasóleo pasó de 2,4 céntimos por litro y 1,2, respectivamente, al máximo posible, los 4,8. Lo que permitió mantener al alza los ingresos fiscales por ese concepto tanto entonces como en los siguientes años, pese a que el consumo tocó mínimos históricos.
El pronóstico de ingresos en 2014 fueron 79,6 millones; 82,6 en 2015; y para 2016 ronda los 86,5 millones.