"Lo más importante de este sistema es la capacidad para mejorar y consolidar un modelo de evaluación continua semipresencial, que es diferente del modelo virtual de la Oberta de Catalunya (UOC) o del de distancia de la UNED. Creamos un modelo propio y estamos mejorando los procesos de seguimiento, que es lo que más le puede importar al perfil de este tipo de alumnado, puesto que emplea parte de su tiempo familiar y personal en continuar formándose, en este caso en un grado oficial y acreditado por la ACSUG", expresa el profesor Enrique José Varela. Considera que queda mucho camino en captación de alumnado, matrícula, sistemas de mentoring, virtualización de materias y materiales y formación del profesorado en competencias digitales. Apunta que muchas universidades privadas están avanzadas en estos temas, de modo que va a suponer un esfuerzo para las públicas: "la experiencia puede pasar del éxito al fracaso si no se invierte en personal y modelos de gestión".
"Personalmente estoy contento porque su diseño e implementación nos supuso a mi equipo y al resto de colegas un gran esfuerzo de innovación y de riesgo institucional y social. Fuimos pioneros partiendo de la experiencia del máster. La satisfacción es colectiva, como equipo y como Universidad de Vigo", expresa Varela. Considera que es un ejemplo para pensar que las cosas pueden hacerse de otras formas, con metodologías diversas y con garantía académica (adquisición y certificación de competencias). En cuanto al alumnado: "los millenials, por ejemplo, están muy familiarizados con los modelos virtuales", lo que considera clave para el éxito del modelo semipresencial.