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La UPG arremete contra la "demagogia, fraude y contradicciones" de los disidentes del Bloque

Francisco Rodríguez admite que la situación del BNG es "crítica", pero ve "suicida diluirse en En Marea" - Sostiene que la formación no se va a sacrificar para "desplazar al PP de la Xunta"

Ana Pontón, en el centro, con otros miembros de su candidatura a la dirección del BNG. // Xoán Álvarez

En vísperas de la Asamblea del BNG, que se celebra el domingo en A Coruña, el referente de la UPG y líder en la sombra desde siempre del Bloque, Francisco Rodríguez, arremete contra los críticos que apuestan por la confluencia con En Marea, y cuyos máximos exponentes son Carme Adán, Tareixa Paz, Alba Nogueira y el portavoz nacional saliente, Xavier Vence. "No es inocente", sostiene, que dentro del BNG haya "quien agobie y martirice con la cantinela de acabar con el pluralismo interno y al tiempo abogue por ingresar en una jaula de grillos en la que hay partidos con dos personas".

Francisco Rodríguez previene a los suyos contra "las incapacidades, fraudes, demagogias y contradicciones" de algunos de sus compañeros y deja claro cuál debe ser la hoja de ruta del BNG. Advierte contra "la ola muy poderosa de banalización, apariencia, simplismo demagógico e infantilismo en política, reducida al efectivo electoral". Confiesa que la situación para la formación frentista es "complicada y crítica" , pero sería "suicida diluirse" con En Marea, que "no tiene la mínima convicción nacionalista". El reto del Bloque debe ser que avance la conciencia nacionalista en la sociedad, "considerando las elecciones un medio muy importante, no exclusivo". Dicho de otro modo, "el BNG no se puede prestar a desaparecer en nombre de un único objetivo: desplazar al PP de la Xunta", defiende en un artículo publicado en Terra e Tempo, la web de la Fundación Bautista Álvarez.

El exportavoz de los nacionalistas gallegos en el Congreso, que ve a En Marea como "un eco de Podemos, un apéndice de un partido estatal", justifica que "la falta de una alternativa nacionalista en Galicia sería letal, pues el país corre el peligro de dejar de ser una referencia mismo para los de dentro".

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