La pasada semana, Xosé Ramón Gómez Besteiro pedía calma hasta conocer la "letra pequeña" del acuerdo de PSOE y Ciudadanos en materia de anticorrupción para comprobar si le afectaba en su pretensión de ser candidato a la presidencia de la Xunta pese a su imputación judicial. La letra pequeña del acuerdo se hizo pública ayer, el mismo día de la firma del pacto para "un gobierno reformista y de cambio", y la redacción del pacto, tal como confiaba el secretario xeral del PSdeG, le salva y puede mantener su pretensión de presentarse a las primarias para ser cabeza de cartel en las elecciones autonómicas de este año. ¿Por qué? Porque el PSOE se compromete a no incluir en sus candidaturas a "personas con la condición de investigadas a iniciativa del Ministerio Fiscal por delitos relacionados con la corrupción que impliquen enriquecimiento para el afectado".

La clave está en que Besteiro no está imputado por petición del fiscal, sino porque la juez Pilar de Lara así lo decidió a raíz de la denuncia de una empresa constructora. El expresidente de la Diputación de Lugo está imputado por prevaricación, cohecho, contra la ordenación del territorio y negociaciones prohibidas, en relación con la urbanización conocida como O Garañón, aprobada cuando él era concejal de Urbanismo en Lugo.

El acuerdo de gobierno suscrito ayer entre PSOE y Ciudadanos puede quedar en agua de borrajas, pues no suman los votos suficientes para investir a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, y por el momento no han logrado sumar más adhesiones, sino al contrario. Podemos ya ha roto las conversaciones con los socialistas. En todo caso fija los criterios dispuestos a asumir por el PSOE en la lucha contra la corrupción. Los límites establecidos salvan a Besteiro, que siempre ha dicho que quiere presentarse a las primarias y apostilla que actuará con responsabilidad para no perjudicar a su partido.

Al secretario xeral del PSdeG se le complicaría la situación si la dirección federal de su partido hubiese suscrito ayer un convenio en el que se comprometía a dejar fuera de las candidaturas a cualquier imputado por corrupción, aunque luego el acuerdo se guardara en el cajón porque Pedro Sánchez no llegaba a Moncloa.

Fuentes socialistas explicaban ayer que la decisión de limitar el veto a los imputados por corrupción a los que lo fuesen solo por "iniciativa de la Fiscalía" es para "evitar que se judialice la vida política" y que un adversario, bien de otro partido o incluso de la propia organización, se querelle en el juzgado contra uno, solo para perjudicarle y por fines personales, y ese uno termine imputado por un exceso de celo del magistrado. "No sería justo", defendían ayer desde el PSOE gallego.

El 6 de marzo, el PSdeG celebra el comité nacional que fijará la fecha de las primarias para elegir candidato a la Xunta. Entonces los socialistas esperan confirmar si definitivamente Besteiro optará o su imputación judicial al final pesa demasiado y renuncia.

El secretario xeral del PSdeG siempre ha confiado en que antes de llegar a la cita con las urnas sería desimputado, pero esta decisión de la juez Pilar de Lara, no llega, y hay quien en el PSOE piensa que Besteiro finalmente renunciará, si su situación judicial no sufre un vuelco. El reto al que se enfrentará entonces el partido, que el 20-D fue desplazado a tercera fuerza más votada, es elegir contrarreloj un candidato.