Tanto el Partido Popular, grupo mayoritario, como el diputado no adscrito Manuel Martínez, han coincidido este martes en mostrar su oposición a los presupuestos presentados por el presidente de la Diputación de Lugo, que, en caso de no contar con el apoyo de alguno, no podrán aprobarse.

La portavoz popular, Elena Candia, ha recordado que el presidente provincial, Darío Campos, "decía estos días, en un intento hipócrita de confundir a la ciudadanía, que estaba esperando" por los populares. "Por nosotros no estuvo esperando porque suspendimos todo lo que teníamos programado para acudir a las reuniones", ha sentenciado.

En el último encuentro, ha atestiguado, se le dijo que "no" a la propuesta del gobierno bipartito, ha dicho Candia, aunque ha precisado que "no" han roto las negociaciones y que van a trabajar para que "la provincia tenga presupuestos".

Candia ha considerado que "a este presidente le está costando muchísimo llevar esta institución" y ha acusado a Darío Campos de "no entenderse con los suyos" ni "con el PP", "aunque le tiende una mano en los asuntos importantes".

Manuel Martínez

Por su parte, el alcalde de Becerreá y diputado no adscrito Manuel Martínez ha ironizado con que el ejecutivo provincial "sueña que tienen una diputación con 24 diputados, y la realidad es que son 25, y también sueñan con que el PP vote sus propuestas y el Partido Popular mantiene las suyas".

"Estamos en una situación de 'impass', donde no se hace nada por la provincia. Estamos ante un gobierno que nació de la mentira y chantajeado por esa secta que es el BNG y siguen paralizados y siguen chantajeados por esa secta, por lo que tenemos un gobierno zombi que es incapaz y que tiene paralizada la provincia. Espero que reflexione el grupo socialista y llegue a acuerdos, ya sea con el PP o conmigo para sacar esos presupuestos adelante", ha resumido.

Finalmente, el presidente provincial, el socialista Darío Campos, ha asegurado haberse enterado "por la prensa" de que las negociaciones con el PP "estaban rotas" y ha vuelto a insistir en que "se seguirá hablando" para llegar a un acuerdo.

Aún reconociendo que es "factible" gobernar con una cuentas "prorrogadas", ha admitido que "limita mucho", ya que "teniendo dinero y no teniendo deuda" es "una situación un poco no normal".