Sólo cuatro de las diez grandes ciudades españolas tardan en pagar a sus proveedores más de 30 días -el límite máximo establecido por ley-, mientras que el resto se encuentra por debajo de ese objetivo legal, según los datos del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas difundidos ayer correspondientes al mes de diciembre.

A la cabeza de todas ellas se encuentra la ciudad de A Coruña, que es la más "morosa" de todo el Estado. De media, tarda 41,63 días en pagar las facturas de los servicios y bienes que contrata. No obstante, en enero, según datos del propio Concello, la demora se ha bajado a 24 días. Por detrás de ella figuraban en diciembre Palma de Mallorca (38,87 días), Valencia (37,77) y Zaragoza (37,09), mientras que las demás presentan cifras mejores. Málaga, Barcelona y Madrid pagan antes de que incluso se ponga en marcha este contador, de manera rápida, mientras que Murcia tarda 11,33 días, Sevilla lo hace en 19,55 días y Las Palmas de Gran Canaria, en 24,85 días.

El Gobierno central destaca, en todo caso, que la tendencia dominante es la de reducir la demora en el pago de las facturas y que esta condición se cumple en todas las urbes españolas con respecto al anterior mes, bajando a una media global de siete días, cuando en noviembre era de dos semanas.

Salvo A Coruña, las demás ciudades gallegas registra un periodo medio de pago por debajo de los 30 días. Así, Santiago se sitúa en 24,96; Ourense, 13,10; Vigo, 16,75; Pontevedra, 3,19; y Lugo, un total de 29,93 días. En cuanto a las diputaciones provinciales, la de Lugo supera los 30 días (34,78), mientras que las de Pontevedra (8,07) y Ourense (8,15), se sitúan por debajo de esta franja. La de A Coruña, en este caso, abona incluso antes de que comience a contar el plazo legal.

Según los datos del Ministerio de Hacienda, un 13 por ciento de las entidades tienen un plazo de pago medio a proveedores excesivo, pero descontadas las incumplidoras, el sector estaría en situación de cumplir la legalidad porque pagaría de media en 11,26 días.