Pese al "deteriorado escenario macroenergético" por la enorme influencia que el desplome de la cotización del petróleo tiene para todo el sector, Gas Natural Fenosa está "muy satisfecha" con las cuentas del pasado 2015. El beneficio creció un 2,7%, hasta los 1.502 millones de euros, y la compañía cumple así el plan estratégico que desarrolló en los tres últimos ejercicios. "Y van varios ya", recalcaba ayer en Madrid el consejero delegado durante la presentación de los resultados. La gran incertidumbre sobre la evolución de los precios, que el propio Rafael Villaseca admite "incapaz de prever", retrasa hasta el segundo trimestre el estreno de la nueva hoja de ruta, aunque el grupo avanza que la inversión este año se mantendrá alrededor de los 2.000 millones de euros, con poco apetito para proyectos de nuevas centrales de generación de electricidad en España. "No lo vemos", resume, contundente, Villaseca, junto con la advertencia de que si realmente España quiere dar un nuevo impulso a las renovables, será necesaria "una política de subvenciones". El número dos de Gas Natural, principal ganadora del concurso eólico de Galicia, sostiene que tanto el viento como la fotovoltaica no se rentabilizan sin ayudas y la construcción de parques que cobren únicamente lo que el mercado les pague por la venta de electricidad serán casos "excepcionales".

El grupo se pone a sí mismo como ejemplo. En marzo del pasado año, Gas Natural inauguró el parque eólico Cordal de Montouto, con 14 megavatios (MW) de potencia y sin ningún tipo de retribución pública -el primero en hacerlo- gracias a las buenas características del viento en la zona. "Creo que sí es posible que a lo largo de la geografía española se encuentre algún otro proyecto, aunque las ubicaciones más interesantes están tomadas. Si lo encontramos, pues naturalmente lo haremos", explica Villaseca. El grupo cuenta en este momento en Galicia con 294 MW en tramitación administrativa, procedentes del reparto de la Xunta de 2010 y planes anteriores. Una decena de parques y la repotenciación de otro. El consejero delegado insiste en que solo "algunas zonas de España de alta eolicidad" podrían "justificar" la apertura de más parques. "No estoy nada convencido de que sea la regla general -añade-. Es más bien la excepción". De hecho, Villaseca descarta "un despliegue masivo" de instalaciones.

La prioridad de la compañía son ahora los 70 MW adjudicados recientemente en el concurso específico de Canarias, donde sí están contempladas primas. El resultado de la otra subasta de retribución de eólica para el resto del Estado, con un descuento del 100% en la retribución, le merece "dos consideraciones". "La primera es que no lo entiendo", apunta. La segunda, que la "única explicación" que ve él al resultado está en el propio mecanismo con el que se ideó. Una puja a la baja en la que el pago final dependía de la propuesta del último ofertante en entrar en el cupo de los 500 MW de eólica disponibles. "Con ese descuento, ¿para qué vas al concurso? Francamente no lo entiendo", cuestiona Villaseca. Porque la subasta era exclusivamente para lograr retribución. La apertura de centrales está liberalizada y, por lo tanto, no es necesario pasar esta criba.

Gas Natural confirma abiertamente que también acudió, pero no desvela qué descuento estaba dispuesto a asumir. "No nos vamos a descubrir. Habrá más subastas", excusó Villaseca, antes de matizar que no sabe si realmente será así ni si se repetirá el mecanismo.

El principal pilar del negocio de Gas Natural es Latinoamérica, especialmente su expansión en Chile. Las actividades internacionales suponen ya el 48% del beneficio bruto de explotación (Ebitda) -5.246 millones, un 8,6% más-, mientras que el negocio de electricidad en España -generación, comercialización y suministro- se queda en 741 millones, tras una caída del 5,2%.

Del beneficio total, el 62,1% irá destinado a los accionistas. A razón de 0,9328 euros por título, con un alza respecto al pasado año del 2,7%.

Uno de esos socios, el segundo en mayor participación, un 30%, es Repsol. El derrumbe de los precios del petróleo le está pasando una considerable factura a sus cuentas, que cerrarán 2015 con unos 1.200 millones de euros en pérdidas. Gas Natural está "atenta a cualquier cosa que se produzca" ante la posibilidad de que Repsol venda su paquete. ¿Y una fusión de las dos? "No hay ningún proyecto de fusión. No tenemos ni análisis ni estudio, y ni ha entrado en nuestro radar", afirma Villaseca.