Hace dos semanas, un conductor falleció en Guitiriz tras la irrupción de un caballo en la calzada. El siniestro ocurrió poco después de las siete de la tarde en la N-VI. En Navidades, tres vehículos colisionaron contra un jabalí en la autovía de O Barbanza. Faltaban unos minutos para las nueve de la noche cuando un turismo chocó frontalmente contra el animal; el segundo coche lo golpeó lateralmente y un tercero le pasó por encima. Pese a lo aparatoso del accidente, en este caso solo se registraron daños materiales.

No hay día que las carreteras gallegas no sean escenario del atropello a un animal. De hecho, Galicia es la segunda comunidad, por detrás de Castilla y León, con el mayor volumen de este tipo de accidentes: dos de cada diez siniestros provocados en España por la irrupción de animales en la calzada ocurren en la red viaria gallega. Lugo está marcada en rojo en el mapa de accidentalidad de Tráfico, ya que tras Soria y Burgos es la provincia española que concentra más siniestros provocados por animales.

Para tratar de reducir la alta siniestralidad en Galicia derivada de la irrupción de jabalíes, corzos o caballos en la calzada -en 2013 se registraron 1.111 accidentes con animales salvajes y en 2014 un total de 987 (una media de tres cada día)-, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en Galicia, en colaboración con la Jefatura y las distintas administraciones, se propone elaborar un mapa de puntos negros de este tipo de siniestralidad y fijar una serie de medidas con el objetivo de rebajar estas estadísticas.

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Los jabalíes son la bestia negra: siete de cada diez siniestros están provocados por ellos. De hecho, casi tres de cada diez accidentes con jabalíes en España ocurren en la comunidad. Del total de atropellos a caballos, el 24% se producen en las vías gallegas; en el caso de siniestros por la irrupción de vacas en la calzada, Galicia concentra el 20% de todo el país.

El periodo con mayor índice de atropellos va de agosto a enero (en la época de caza), por este motivo la DGT urge a circular con especial precaución a los conductores que pasen por alguna zona con cotos y batidas. "Este año definiremos esos tramos conflictivos y actuaremos sobre ellos", destaca el jefe de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en Galicia, el teniente coronel Francisco Javier Molano. Y como primera medida, urge una señalización específica que alerte de la peligrosidad en cada punto. "Se abusa de la señalización y esa profusión de señales en las carreteras gallegas conduce a la insensibilidad del conductor, que hace que ni las vea", lamenta Molano, quien además apuesta por rebajar los límites de velocidad en esos tramos negros, construir vallados con la altura suficiente para evitar que los animales los salten y limpiar la maleza de las cunetas para ganar visibilidad.

Aunque este tipo de accidentes no son de gravedad, Molano advierte de que "consumen recursos de vigilancia y control" de Tráfico "que deberían estar dedicándose a la seguridad vial", ya que los agentes tienen que realizar las diligencias correspondientes y asistir a juicio.

En el periodo 2013-2014, dos de cada diez ayuntamientos gallegos -un total de 60- registraron accidentes con animales. Ourense y Lugo concentran el 64% de los siniestros con animales de toda Galicia, mientras que A Coruña concentra el 23% y Pontevedra, el 13%.