Mientras el sector desea desarrollar el nuevo negocio de las apuestas deportivas, que también pueden realizarse mediante internet, el tradicional modelo de las tragaperras sufre. El sector siempre ha señalado no solo la nueva competencia como un factor explicativo, sino también la abundante oferta. En ese contexto, la Xunta ha decidido congelar la cifra de licencias para instalar estos dispositivos en la comunidad hasta el año 2021.

En la actualidad existen en la comunidad 13.312 autorizaciones de explotación de máquinas de tipo B y la Xunta considera que su congelación procede para "no fomentar su hábito [del juego] y para prever un aumento de las ludopatías o faltas de control administrativo sobre el acceso a dichas máquinas". A pesar de ello, reguló y ahora amplía los permisos para explotar otra modalidad de juego con mayor proyección.