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La fractura de las alianzas de Podemos minaría el proyecto autonómico de En Marea

La amenaza de Compromís de formar grupo con IU añadiría dudas sobre la cohesión de futuras coaliciones -Los alcaldes urbanos rupturistas achacan a un "fraude" el veto a una voz gallega

Jorge Suárez, por la izquierda, Xulio Ferreiro y Martiño Noriega, ayer en A Estrada. // Bernabé/Javier

El riesgo de fractura de alguna de las alianzas afines a Podemos ante la imposibilidad de constituir un grupo propio en el Congreso amenaza con minar el proyecto autonómico de En Marea, cuyo núcleo mantiene su intención de impulsar una candidatura conjunta en las autonómicas previstas para final de año. Su discurso, sin embargo, quedaría afectado por la disgregación de actores de la izquierda rupturista, además de por el veto de PP, PSOE y Ciudadanos a que tengan grupo propio en el Congreso sus seis diputados, los 12 de En Comú Podem ylos 9 de Compromís-Podem.

Cada candidatura cerró un acuerdo diferente y cada una se enmarca en un contexto político diferente En Marea tiene el reto de las autonómicas, donde confía en situarse como líder de un bloque progresista que gobierne la Xunta tras perder el PPdeG su mayoría absoluta. El fracaso de no alcanzar un grupo propio supone un mazazo para ellos. Primero, porque les impide cumplir una promesa electoral tras un éxito sin precedentes al debutar con seis escaños y situarse como segunda fuerza. Segundo, porque diluye su voz en un momento en que el Parlamento tendrá un papel central en una legislatura que se presume corta y donde serán necesarios acuerdos para sacar adelante todos los proyectos. La problemática gallega recibirá menos focos sin un grupo propio.

Los impulsores de En Marea -Podemos, Anova y Esquerda Unida- mantienen la presión para alcanzar su grupo parlamentario, decisión que la Mesa tomará el miércoles. Sobrepasan los requisitos del 15% de votos en cada provincia y los cinco escaños. El problema radica en otros puntos que establecen que no pueden constituirlo diputados "que pertenezcan a un mismo partido", ni tampoco quienes "al tiempo de las elecciones, pertenecieran a formaciones políticas que no se hayan enfrentado ante el electorado". Podemos y sus aliados entienden que cumplen este requisito. PP, PSOE y Ciudadanos, que dominan la Mesa, piensan lo contrario.

Como plan B manejan que se permita a las tres coaliciones autonómicas tener un grupo al margen, aunque En Marea no confía en que sus rivales permitan esa vía. En caso de fracasar, podrían sumarse a los 42 diputados de Podemos, que les ofrece un funcionamiento "confederal", o irse al mixto, la peor de las opciones en cuanto a minutos en el estrado del hemiciclo.

Mientras, Compromís ha anunciado que negocia con IU un posible grupo y En Comú ha advertido que considera su reclamación irrenunciable. Se abre la posibilidad de que los miembros de Podemos de esas coaliciones se queden con Pablo Iglesias, líder morado, y el resto busque otras opciones.

Este escenario debilitaría la imagen de unidad de una Marea gallega, aunque la coalición gallega en el Congreso descarta esa fractura. Sus seis diputados votarán qué rumbo seguir y todos, de momento al menos, actuarán al unísono.

Los alcaldes urbanos de la izquierda rupturista recurrieron ayer a la doble vara de medir de los grupos mayoritarios en el Congreso para denunciar un "fraude" en el veto a los grupos de En Marea y sus aliados catalán y valenciano. Se referían a que la Mesa permitirá a los grupos independentistas catalanes de ERC y Democracia y Libertad constituirse como tal sin alcanzar el 15% en una provincia, argumento que sirvió para vetar en 2011 la voz propia de Amaiur. Además, el PSOE les cederá dos senadores a cada formación para que también constituyan grupo en el Senado.

El alcalde de Santiago, Martiño Noriega (Compostela Aberta), denunció que el veto al grupo de En Marea "no es un problema legal, sino político", en alusión al criterio aplicado a las fuerzas independentistas catalanas, y que obedece a "las resistencias a un proceso de cambio en el conjunto del Estado". En su opinión, se trata de un "fraude" que busca "quitarle a En Marea lo que alcanzó en las urnas".

Su homólogo en A Coruña, Xulio Ferreiro (Marea Atlántica) confió en que exista todavía tiempo de alcanzar ese objetivo y criticó el préstamo de senadores mientras se bloquean grupos en el Congreso. Además, no considera una "buena idea" que En Marea se pase al grupo mixto., según informa Efe

Finalmente, el regidor de Ferrol, Jorge Suárez (Ferrol en Común), pidió a los socialistas, con quien gobierna, que no actúe según "intereses única y exclusivamente electoralistas".

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