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Energías renovables

La eólica gallega avisa que el "fracaso" de la puja de renovables dilata el parón del sector

Las empresas niegan que la mayoría de parques sean rentables sin incentivos -Industria presume de que la demanda quintuplicó la oferta -EDP no concreta si construirá en Galicia

Las empresas del negocio del viento en Galicia no disimulan ni un ápice su "gran decepción" con el resultado de la subasta de renovables del pasado jueves con la que el Ministerio de Industria teóricamente finiquitaba la moratoria impuesta en el sector desde 2012. "Es el fracaso definitivo del modelo implantado con la reforma energética", resume Íñigo Muniozguren, secretario de la patronal eólica en la comunidad, EGA, que ayer analizó la situación en su junta directiva. La puja para los 500 megavatios (MW) acabó con solo tres triunfadores -las firmas Energías Eólicas de Aragón y Jorge Energy, propiedad de dos hermanos aragoneses, y EDP Renovables-, que en la práctica no ganaron nada porque el proceso se cerró sin derecho a la retribución específica con la que el departamento que dirige José Manuel Soria sustituyó a las antiguas primas. La oferta de los tres incluía un descuento del 100% sobre lo previsto por Industria para garantizar la rentabilidad y su petición de potencia fue suficiente para completar los megavatios disponibles, por lo que ninguno recibirá nada más que lo que cobre por la venta de electricidad. Algo, según coinciden varias fuentes del sector consultadas por FARO, que solo es posible soportar "en casos excepcionales".

En EGA no están tan enfadados como "decepcionados" por "la oportunidad perdida" para que la subasta sirviera de revitalizante contra estos años de parálisis, que en el caso de Galicia se remonta incluso hasta 2009 con la suspensión del concurso eólico del bipartito y la preparación del que luego lanzaron los populares en su vuelta a la Xunta. "El resultado fue el que fue -apunta Muniozguren- por el propio planteamiento de la subasta". Cada participante proponía paquetes de 50 MW con la rebaja que estaban dispuestos a asumir en la retribución. La adjudicación se haría entre los mayores recortes hasta sumar el total de 500 MW y la cuantía final del incentivo para todos vendría de la oferta con la que se cerrara el cupo. Como los tres vencedores entraron a cero, a cero se quedan.

"Todo cambió para no cambiar nada", señalan en la cúpula de una de las principales promotoras eólicas de Galicia. Porque la producción de electricidad está liberalizada y cualquiera puede abrir un parque sin más permisos que la tramitación administrativa. Lo que estaba en juego aquí era un incentivo a mayores de lo recibido en el mercado. "Cada empresa tiene que hacer sus cuentas, pero hay un ejemplo muy ilustrativo de si es posible sobrevivir sin retribución -continúa el directivo-. Que en todos estos años de moratoria en Galicia solo se instalaron 50 MW. Esto da una idea de si se puede vivir o no solo del mercado".

Idéntica opinión a la de otro de los promotores más fuertes en la comunidad consultados ayer. "¿Alguien acude a una subasta para tener incluso menos que antes?", cuestiona, en referencia a que los adjudicatarios deben depositar un aval de 20.000 euros por cada MW que perderán si no construyen los parques antes de 2020.

"El resultado ni es significativo ni representa la realidad del sector", opinan desde la patronal del viento nacional, que achacan las "bajas ofertas" al hambre por sacar proyectos adelante tras tantos años de parón. "Esta excepcionalidad no es extrapolable ni a las carteras de proyectos de la mayor parte de las empresas, ni a los parques existentes, que en su día se instalaron con unos costes tecnológicos y de inversión mucho más elevados", subraya la AEE. "Es una muestra más de la improvisación del Ministerio de Industria en materia energética", añaden también desde la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA), que considera que el proceso genera "más incertidumbre" sobre el futuro.

Todo lo contrario, evidentemente, de lo que piensa el Ministerio de Industria, que, tras el silencio del jueves, ayer sí publicó el resultado de la puja. Aunque solo a través de un comunicado de prensa para defender que son "los proyectos más eficientes" y con "el mínimo coste para el consumidor". Sin concretar las empresas ganadoras. "Las solicitudes superaron en más de cinco veces las cantidades subastadas, lo que confirma el interés de los inversores por el sector de las energías renovables en España", apunta. Además de los 500 MW de eólica había 200 MW en biomasa, con lo que las ofertas sumaron unos 3.500. Una cifra que contrastra con los más de 10.000 MW que solo en eólica están pendientes de todos los concursos autonómicos.

En Galicia, entre el reparto de 2010 y los parques de planes anteriores, hay cerca de 2.400 MW en el aire. Alrededor de 800 cuentan con autorización, por lo que hoy mismo podrían iniciarse las obras. Pero no parece que vaya a ser así en la mayoría de los empresas. Varias de las que están en esa situación confirmaron ayer a FARO que no tienen previsto hacerlo a corto plazo. "Sin incentivos no te financian", avisan.

La excepción podría venir de EDP Renovables. La compañía consiguió 93 MW en la subasta del jueves y, como recordó la Xunta tras conocerse el resultado, cuenta desde 2007 con 75,3 MW en la comunidad que completaron los permisos en 2012. Hasta ahora no los ha puesto en pie ni contará con incentivos a la explotación. EDP únicamente concreta que dispone hasta 2020 para construir los parques y que ya identificó "proyectos competitivos específicos con factores de carga elevados" en su cartera. En el sector aseguran que uno de sus parques pendientes en la comunidad, en Muxía, dispone de muy buenas condiciones de viento.

Íñigo Muniozguren - Secretario Asociación Eólica de Galicia

"El resultado fue el que fue por el planteamiento de la subasta"

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