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Décimo aniversario del relevo en el PP gallego

Feijóo, el líder sin sombra en el PPdeG

Hoy hace diez años tomaba las riendas del PP gallego, al que en tres años llevó de regreso a la Xunta - Modernizó el partido y lo mantuvo unido, con una gestión presidencialista y rodeado de técnicos

Feijóo, el líder sin sombra en el PPdeG

El mes de enero es un mes especial para Alberto Núñez Feijóo. Un 18 de enero de 2003 era nombrado conselleiro de Política Territorial en el último Gobierno de Fraga. Relevaba a José Cuiña en la cartera de obras públicas, y entonces ya se intuía que con enormes posibilidades de coger el testigo como delfín del político de Vilalba. Hubo de esperar tres años. Justo un día como hoy hace diez años, y con 44 años se hacía con las riendas del PPdeG, en el congreso extraordinario que cerraba la etapa del histórico Manuel Fraga. El político con fama de buen gestor y bajo la etiqueta de candidato de Madrid se ponía al frente de los populares gallegos con el reto de recuperar la Xunta, tras haber sido apartados de San Caetano por el bipartito PSdeG-BNG después de 16 años en el poder.

La otra gran misión del discípulo político de José Manuel Romay Beccaría era mantener unido a un partido, que en los últimos años había estado demasiado tensionado por la sucesión de Fraga, incluido el amago de escisión del PP de Ourense. Lo logró. En tres años devolvió al PPdeG a la Xunta y la travesía por el desierto de la oposición la redujo a una sola legislatura, y pese al handicap de que su partido en Madrid también estaba en la oposición. Y también pese a la crisis y los recortes y la austeridad que impuso en la gestión de la Xunta, repitió mandato e incluso amplió su mayoría absoluta en las elecciones de 2012.

Feijóo modernizó y renovó el partido de Fraga, y sobre todo lo mantuvo unido, cuando no eran pocos los que preconizaban que la herencia del fundador estaba en peligro. ¿Quién se acuerda ya de los de la boina y el birrete? Pero toda gestión siempre tiene luces y sombras, y en la de Feijóo también hay claroscuros. "La Xunta es Feijóo y el PPdeG es Feijóo. Concentra todo el poder y sobre él recaen los aciertos pero también los errores. Sus conselleiros parecen secretarios xerais, son técnicos no políticos. No mueven un papel sin que el presidente lo ordene para desesperación de más de un alcalde del PP. Y para evitar el contrapoder de las baronías, que tanto dolor de cabeza dieron a Fraga, ha evitado que a su alrededor surjan otros dirigentes con peso, y eso tiene un coste, sobre todo electoral", observa un dirigente del partido, quien añade: "¡Louzán pierde la Diputación de Pontevedra y ninguno sabe dar un nombre de quien puede ser su relevo al frente del PP provincial!. Algo hemos hecho mal". A Feijóo nadie le hace sombra en el PPdeG, y el resultado es que ante su posible salida de la escena autonómica, cunde el temor entre los suyos porque no tiene relevo.

Aunque al presidente del PPdeG y titular de la Xunta y a su entorno no le gusta que se lo digan y rechazan con vigor la máxima, la esencia galleguista que distinguió al PP de Fraga se ha diluido, que no desaparecido. "No quería la reforma del Estatuto en la época del bipartito y no puso especial empeño en llegar a un acuerdo con socialistas y nacionalistas y con Fraga no me imagino un decreto como el del plurilingüismo en las aulas ni a cargos del PP en las manifestaciones de Galicia Bilingüe", comenta otro dirigente, quien sostiene que Fraga con su discurso galleguista supo "contener a los nacionalistas" que en otras comunidades históricas tenían más empuje.

Suceder a Manuel Fraga, que casualidades del calendario moría hoy hace cuatro años en su casa de Madrid, no era un desafío cualquiera. Fraga fue el fundador del Partido Popular y con él el PPdeG era una organización de peso y con capacidad de influencia en Madrid, que hubo de aprender a convivir y digerir las ambiciones autonomistas del veterano político gallego (reforma del Senado como cámara territorial, administración única, conferencia de presidentes autonómicos, conselleiros en los Consejos de Ministros de la UE, ...). Feijóo mantiene el protagonismo del PPdeG en Madrid. Más ahora que es la única mayoría absoluta de la que puede presumir su partido y su nombre aparece en todas las quinielas como posible sucesor de Rajoy, si éste da un paso atrás.

Feijóo pasa con nota su década como presidente del PPdeG, y el comentario que mejor lo ilustra procede de Xesús Palmou, que fue el último secretario general del PP gallego en la época de Fraga: "Nadie echa de menos el liderazgo de Fraga". Feijóo ha sabido hacerle sombra, pero el tiempo erosiona y desgasta, y el joven de 44 años que renovó y modernizó el PPdeG y se rodeó de un nuevo equipo, se enfrenta ahora al reto de cerrar su etapa al frente del PP gallego, si así lo desea, o continuarla manteniendo a su partido en el poder, y las últimas contiendas electorales le han propinado un severo correctivo. Se mantiene como la fuerza más votada en Galicia, pero la mayoría absoluta está muy difícil para las elecciones autonómicas de este año. Ya ha prometido más renovación de ideas, equipos y actitudes. Los primeros intentos (nuevos conselleiros y más gasto social) tras las municipales de mayo no calaron en la ciudadanía a la vista de los resultados del 20-D.

La urgencia a la que se enfrenta Feijóo es "conectar con los votantes de menos de 45 años", expone Cristina Ares, profesora de Ciencias Políticas de la Universidade de Santiago, quien al echar la vista atrás y comparar al PP de Fraga con el PP de Feijóo destaca a un Feijóo "con menos carisma pero más poder" interno que Fraga. Ya no hay barones como Cuiña, Cacharro o Baltar padre, a excepción del verso suelto de Baltar hijo, y al eliminar la figura de los delegados territoriales de la Xunta eliminó un instrumento de poder que fortalecía a los presidentes provinciales, explica.

Ares valora que Feijóo ha sabido mantener el discurso propio del PPdeG, aunque no tan acentuado como en la época de Fraga, frente al PP y con alguna "vacilación". "El PPdeG es el partido más diferente de todos los PP regionales. Y es el menos de derechas. Incluso cuando en plena crisis acometió recortes en el gasto público no lo justificó desde posiciones liberales como sí hicieron otros dirigentes de su partido en otras comunidades, si no como una imposición de la recesión", analiza Cristina Ares, que por otra parte objeta que Feijóo, ante la opinión pública, "ha aparecido tan preocupado por gestionar la cosa pública que no ha sabido verbalizar bien o explicar mejor cuál es su proyecto para Galicia".

Es más severo Enrique Varela, profesor de Ciencia Política de la Universidade de Vigo. "Fraga era el galleguismo y con él murió el galleguismo en el PPdeG. Ahora solo quedan los rescoldos", sentencia para luego añadir: "Feijóo cree que con gestionar bien educación, sanidad, ... llega, pero le falta un proyecto global para Galicia".

Para Varela, el gran logro de Feijóo es que "consiguió que el PPdeG no se deshiciera tras pasar a la oposición, después de 16 años en el poder. Fue capaz de una pequeña refundación del PPdeG, que no es un PP cualquiera, es la organización con más militantes de todo el PP y con un líder que fuera también el fundador del PP a nivel nacional", y además en tiempo récord y "a velocidad de crucero" retornó a la Xunta. Pero, añade, con su estilo y modo de hacer las cosas, ahora "la capacidad de renovación de la élite del PPdeG está en peligro". "Dirige el PPdeG como la Xunta con técnicos y no es bueno", afirma. "Los partidos necesitan líderes locales y provinciales que cohesionan, que trabajan el territorio, que mueven y controlan los votos, y acrecienten el poder del partido", reflexiona. "Las no baronías pueden ser la tumba del PPdeG", advierte Varela, para quien un partido no se puede sostener sobre "el tándem Feijóo-Rueda rodeado de tecnócratas".

¿Y la pregunta del millón? ¿Está Feijóo a punto de cerrar un ciclo de 10 años en el PPdeG? Todos los dirigentes populares consultados por este diario, sostienen que debe repetir, que la organización puede tener banquillo, pero él es el mejor candidato, pero también ven a su presidente muy interesado en Madrid. Eso sí, "la decisión no depende de él.", si no de cómo se resuelva el 20-D. "Busca su oportunidad y si la tiene se marchará", lamenta un compañero de filas por el papelón al que se enfrentará su partido. Hace justo hoy 10 años en una entrevista en FARO y con motivo de su elección como nuevo presidente del PPdeG Feijóo defendía que "los mandatos en los gobiernos y en los partidos tienen que ser limitados". También dejaba esta reflexión: "Creo en la normalidad del devenir de los acontecimientos y, eso sí, hay momentos históricos en los que uno si está ahí puede tener un papel en esta historia".

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