Vicente Costas Pumar, administrador de la empresa Coysagran S.L. y que entre 1999 y 2003 fue concejal del PP en Nigrán, fue el segundo investigado que compareció ante la juez de la Operación Patos en Vigo en relación con la pieza separada del Concello nigranés. Lo hizo ayer. Pero igual que el primer citado en diciembre, el exedil José Álvarez Valverde, guardó silencio acogiéndose a su derecho a no declarar. Quien sí habló a la magistrada fue otro empresario, Antonio Vidal Barros, de Construcciones Ainxuela, quien defendió su inocencia, negando irregularidades o la existencia de pactos a la hora de presentar presupuestos de acompañamiento.

José Álvarez Valverde ostentaba el cargo de edil cuando en febrero de 2014 explotó la Patos. En el sumario de la causa la Policía Nacional le otorgaba un presunto activo papel para "amañar" obras para que le fuesen adjudicadas a empresas que a su vez estarían en connivencia con él. Cuatro de las seis obras en las que los agentes estiman que hubo irregularidades recayeron en Coysagran, por lo que la UDEF vio "clara intención" del entonces concejal de "beneficiar" a Pumar "dándole trabajos poco a poco". "A ver si me adjudicas algo", se escucha en una conversación telefónica entre ambos.

La Fiscalía pidió la imputación, y así se acordó, de Costas Pumar en relación con las adjudicaciones efectuadas a su empresa en obras en la calle Porto do Molle, en Praza de Carrasca, de pintado y señalización vial, y de colocación de aceras en la avenida de playa América. Ayer juez y fiscal iban a preguntar al dueño de Coysagran sobre las mismas, pero éste decidió no declarar.

Quien sí lo hizo fue el empresario Antonio Vidal. Sobre un presupuesto de acompañamiento que entregó para optar a unas obras, dijo que lo aportó de forma legal sin llegar a pactos con nadie. Sobre otro trabajo que le fue adjudicado, dijo que él mismo renunció a él porque subcontrató parte de la obra ignorando que no se podía hacer, motivo por el que, contó, ya fue multado.