El varapalo que el PP gallego sufrió en las municipales provocó que Alberto Núñez Feijóo, acometiese una remodelación en la Xunta para afrontar este año electoral -y las semanas previas a las generales- con un "giro social" en la acción de la Xunta. Una de sus promesas afectó al cobro de la renta de inclusión social (Risga), un cheque social de unos 400 euros para personas en situación de pobreza, que en 2014 alcanzó una lista de espera de 3.363 casos. El presidente del Ejecutivo prometió dejar a cero esa demora y, si bien ha logrado rebajarla un 70%, todavía restan 990 personas esperando que Política Social les confirme si pueden cobrar esa subvención para poder llegar a fin de mes.
El departamento que dirige desde octubre José Manuel Rey, tras una remodelación en la que rompió su unión con Traballo y adquirió entidad propia, destaca que el acelerón dado a la tramitación de las solicitudes ha dado sus frutos. "Contando con el registro de una media de 542 solicitudes al mes en 2015, las tramitaciones de la renta de inclusión social de Galicia están desarrollándose sin ningún tipo de obstáculo y cumplen los plazos", explica la consellería.
La ley establece dos meses de plazo para resolver las ayudas, pero desde que entran en el registro autonómico tras ser tramitadas en los ayuntamientos, muchos de los cuales se vieron desbordados por la avalancha de peticiones durante la crisis económica y sin medios para atenderlas. "En la tramitación de cualquier expediente de la Risga influyen siempre tres partes: el solicitante, el concello y, por último, la Xunta", matizan fuentes de Política Social.
Esta consellería añade que los casi mil casos pendientes no deberían computar como lista de espera, pues en algún caso todavía se encuentran dentro del plazo oficial. Cifra en 638 expedientes aquellos que no contaban con toda la documentación necesaria para recibir este cheque social mensual, mientras que otros 352 son "de reciente entrada y comienzan su período de tramitación".
La Risga constituye un baremo de la pobreza existente en la comunidad y la mejora económica parece no haber afectado a una población anclada de forma crónica en situación de máxima necesidad. Durante el año pasado, Política Social constató un aumento ligerísimo de solicitudes -6.512 por 6.508 de 2014-, que contrastan con las más de 7.704 de 2013. Sin embargo, el descenso en el paro y el crecimiento económico no han impedido que Galicia acumule otro récord histórico de beneficiarios totales de esta ayuda a lo largo del pasado ejercicio, con una cifra de 13.958, un 13% más que las 12.349 de 2014, que también había marcado una cota inédita en la comunidad.
Duplica la partida
Este hecho ha provocado que desde 2011 la Xunta haya tenido que aumentar la dotación de fondos para la Risga cada ejercicio. Respecto a 2009, destina el más del doble de dinero: 22,9 millones por 52,7 el ejercicio pasado. Feijóo ha explicado en ocasiones que seguirán inyectado fondos para atender estas necesidades, algo a lo que le obliga la ley, y la oposición le ha afeado que presuma de compromiso ante un síntoma de aumento de pobreza.
Política Social, por su parte, confía en que "puedan continuar bajando" las solicitudes de estas subvenciones sociales.
