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Balance de víctimas

La comunidad gallega, la cuarta con más fallecidos por ahogamientos, uno por semana

El año pasado perdieron la vida en España 437 personas en playas, piscinas y ríos - Los socorristas atribuyen los siniestros a las imprudencias y al desconocimiento

Curiosos fotografían el oleaje en Valdoviño, días después de que el mar arrastrase a una familia. // Efe

Los socorristas piensan lo mismo que los médicos, que "la prevención de hoy es la seguridad del mañana", como encabeza la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo su informe sobre los fallecidos en espacios acuáticos en 2015. Porque desde esa entidad consideran que muchas de las vidas que se pierden en las playas, piscinas y ríos de todo el país se debe, en buena medida, a las "imprudencias" y al desconocimiento. En total, a lo largo del pasado año fallecieron ahogadas en todo el país 414 personas, mientras que otras 23 perdieron la vida debido a accidentes ocurridos en entornos acuáticos.

El mar es, con bastante ventaja -en seis de cada diez casos-, el que se cobra más víctimas por ahogamiento, y con toda la frontera que Galicia comparte con el océano y dado que contabiliza ella sola más de 700 playas, no es de extrañar que la comunidad se sitúe en la cuarta posición en cuanto al número de muertes por esta causa, con 42 víctimas (un 10% del total), solo superada por Andalucía (con 68), Canarias (con 62) y Cataluña (con 57).

Desde la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, Ana Domínguez, coordinadora de la comisión de prevención de ahogamientos, considera que en general los siniestros se deben a las "imprudencias de los usuarios" o a su "falta de conocimiento" sobre la señalización. En ese sentido, apunta que "en muchos casos no se conoce el significado de las banderas y la gente se mete en el agua con bandera roja", que no significa que el mar sea peligroso, sino que "está prohibido el baño". Además, cada territorio cuenta, con excepción de las banderas, con su propia señalización, "no hay normativa que unifique las señales".

Por ello, desde su colectivo se han embarcado en una lucha para conseguir que la Administración "unifique" la señalización y ponga en marcha "algún tipo de campaña" dirigida a la población para que se la eduque en cómo interpretar las indicaciones y para que se la inste a seguir las recomendaciones de los socorristas, que se encuentran, dice, impotentes ante quienes desobedecen las indicaciones. "Muchos socorristas se hacen cargo de rescates de personas que han desoído sus avisos", apunta.

Eso enlaza con otra cuestión que la Real Federación pone sobre la mesa: los socorristas son una "figura muy poco valorada" que precisa ser reconocida. "La gente piensa que está allí para pasar el día y no sigue los consejos de seguridad que les da", insiste Domínguez, quien señala que "a veces se ven obligados a avisar a la policía porque no se cumplen las normas". Aparte, añade, no es obligatorio que las playas con usuarios tengan que tener socorristas. Pero su presencia influye: la mayor parte de los ahogamientos se produce donde carecen de esa figura. "La mayoría de los siniestros se produce en lugares sin vigilancia o donde no está activa en ese momento", explica, porque "en los últimos tiempos", el horario de estos profesionales se ha "recortado". Para Domínguez, sería conveniente disponer también de un registro de las muertes que evitan estos salvavidas, porque "ayudaría a que se valore la función que realizan".

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