Un reconocimiento de la plurinacionalidad de España, con un referéndum en Cataluña como primer paso, y leyes sociales que deroguen gran parte de las reformas del Gobierno del PP. Estas son las líneas rojas que la izquierda rupturista mantiene para constituir un gobierno de izquierdas y que apoya Xosé Manuel Beiras, líder de Anova, uno de los tres partidos integrados en la Marea gallega que logró seis escaños el 20-D. Y así se lo transmitió ayer a Pablo Iglesias, líder de Podemos, en una reunión en la que ambos celebraron su "total sintonía" política y abordaron la necesidad de coordinar sus voces en el Congreso, junto con las alianzas de Cataluña y Valencia.

El encuentro, que tuvo lugar un día después del que Iglesias mantuvo con En Comú Podem, sirvió para retratar dos aspectos. En primer lugar, la izquierda rupturista trata de evitar fisuras, marcando terreno en cuestiones clave para desembarcar en el Congreso remando en la misma dirección, algo determinante para encarar unos posibles nuevos comicios y para las elecciones catalanas, donde la alianza con el bloque de Ada Colau situó a En Comú como primera fuerza. Por ello, acordaron idear fórmulas de cooperación en la Cámara Baja. En segundo lugar, ilustra que Podemos cuenta con unas líneas rojas que, de traspasarlas, le generará problemas con sus socios y una de ellas, el referéndum en Cataluña, provoca que un pacto con el PSOE resulte una quimera.

Durante el encuentro, ambos bandos, que junto a Esquerda Unida constituyen En Marea, analizaron los tres posibles escenarios políticos: gobierno del PP, al que se enfrentarán firmemente; repetición de elecciones, en que creen que seguirían creciendo; y una alianza con el PSOE para un gobierno de izquierdas, que no descartan. "Pero para cambiar políticas, no nombres", explican desde Anova, que reitera que En Marea tiene dos aspectos "sin los que no nos sentaremos a negociar" con los socialistas... pero tampoco con Podemos, con los que podrían romper en caso de titubeos. Por un lado, el referéndum catalán, "pero no solo eso, sino el reconocimiento total de la plurinacionalidad". Por otro, las medidas para la "mayoría social". "Ahí apoyamos la ley 25 de Podemos", añaden fuentes del partido de Beiras, en alusión a la panoplia de decisiones urgentes para paliar recortes de los últimos años presentada por Iglesias.

Más cercana, sin embargo, queda la constitución de las Cortes el día 13, donde En Marea aspira a contar con grupo propio, al igual que En Comú Podem y Compromís-Podemos Es el moment, además del propio de Podemos. Los tres primeros suman 27 escaños, este último 42. "Jurídicamente podemos y cumplimos todos los requisitos. Otra cosa es que intenten bloquearlo de forma política", matizan desde Anova, tras el rechazo de PP y Ciudadanos.

El PSOE titubeó ayer. Su portavoz en la Cámara Baja, Rafael Hernando, declaró que "hay muchos problemas reglamentarios" y cuestiones de "interpretación y jurisprudenciales" en la constitución de esos grupo grupos por separado. "En todo caso, todavía no hemos tomado ninguna decisión", añadió tras reunirse con la número tres de Podemos, Carolina Bescansa, que le confirmó esa aspiración. Un pacto de PSOE y PP para bloquearla marcará el signo de la legislatura, creen.

La constitución de la Mesa del Congreso resultará clave, pues este órgano tiene la última palabra. El Congreso establece que pueden crear grupo las formaciones que superen 5 escaños y el 15% de votos donde se presenten, "siempre que no cuenten con diputados "que pertenezcan a un mismo partido". En Marea alega que sus parlamentarios se presentan como miembros de una coalición, no de un partido. En caso de un veto, denunciarán la situación.

Beiras también se refirió a este asunto antes de reunirse con Iglesias para alertar de que si se impide esa constitución se cerrará la puerta a la "realidad plural" del Estado. "Es la España de Franco sin Franco", espetó el dirigente.