En julio de 2012, la Consellería de Sanidade comenzó a aplicar el copago farmacéutico a los pensionistas, que hasta entonces retiraban sus medicinas de forma gratuita, para tratar de reducir este capítulo de gasto público. El colectivo pagó desde entonces el 10% de cada fármaco, con un máximo de ocho euros mensuales o 18 si su renta superaba los 18.000 euros anuales. Sin embargo, no fue hasta noviembre de 2013 cuando el Servizo Galego de Saúde (Sergas) comenzó a aplicar este sistema a los jubilados que reciben de forma directa su atención farmacéutica en centros de día y residencias. Durante 2014 se fueron incorporando los 10.206 pensionistas incluidos en esta categoría, es decir, con unos dos años de retraso.

Sanidade aplicó en 2010 un programa de atención farmacéutica en "centros sociosanitarios", es decir, residencias de mayores o centros de día donde "la farmacoterapia se realiza de forma individualizada bajo la responsabilidad de un farmacéutico" dependiente directamente de la administración. En su primer ejercicio, la cifra de beneficiarios alcanzó los 6.781 en 49 centros, cantidades que se elevaron a 10.206 y 87, respectivamente, en 2014, según el informe sobre gasto farmacéutico elaborado por el departamento que ahora dirige Jesús Almuíña.

El documento reconoce que este colectivo quedó al margen de la aplicación del copago impuesta en 2012 para "garantizar la sustentabilidad del Sistema Nacional de Salud y mejorar la calidad y seguridad de sus prestaciones".

Tras un período de pruebas, en noviembre de 2013 Sanidade puso en marcha el procedimiento para empezar a cobrar esa cuota a cada jubilado, que se aplicó durante 2014. "Durante este año se estuvo trabajando para la incorporación del cobro de la aportación de los usuarios por pa prestación farmacéutica suministrada, para dar cumplimiento a lo establecido por el Real Decreto Ley 16/2012", refleja el texto sobre un copago que aplicaron el resto de comunidades.

El sistema permitió la "normalización de la información" acerca de los pacientes, estableciendo sus circunstancias económicas y su "perfil farmacoterapéutico con el objetivo de garantizar la correcta identificación de los usuarios con su correspondiente tramo de aportación y límite máximo mensual de aportación".

El informe elaborado por la Subdirección Xeral de Farmacia no detalla si todavía queda alguna bolsa de pacientes a los que no se cobre el copago, pero sí refleja el crecimiento del personas beneficiarias del programa de atención farmacéutica, que aumentó un 50% en la cifra de usuarios desde 2010 a 2014, pasando de 6.781 a 10.206 y de 49 centros a 87. Los pacientes en 2012 fueron 8.430 y en 2013, 9.609.