El gobierno bipartito PSdeG-BNG de la Diputación de Lugo depende de las decisiones del alcalde díscolo de Becerreá, Manuel Martínez, que ya ha votado en varias ocasiones con el PP para, entre otros asuntos, retirar competencias al Ejecutivo en favor de la corporación. Los socialistas realizaron ayer un acercamiento el regidor en un intento de reconducir la tensión existente mediante su nombramiento no solo como miembro del consejo de administración de la sociedad urbanística de la institución (Suplusa), sino como su vicepresidente.

La propuesta para situar a Martínez en ese puesto partió el propio presidente de la institución, Darío Campos, que ha lanzado continuos mensajes de acercamiento al alcalde mientras el PSdeG iniciaba el expediente de expulsión del partido de este, ahora en el grupo de no adscritos.

La propuesta de incluir a Martínez en la cúpula de Suplusa, que maneja un presupuesto de 6 millones de euros al año, fue aprobada por unanimidad, aunque el BNG matizó que no apoyó su ascenso a vicepresidente. "Es una barbaridad que a una persona que está como no adscrito, que fue expulsado de su grupo político, se le dé un cargo de vicepresidente", dijo Xosé Ferreiro, portavoz del BNG, que reconoció el intento de buscar "puntos de encuentro y gobernabilidad" por parte de Campos.

En verano, el veto del BNG a Martínez por su imputación en un caso de malversación obligó al PSdeG a buscar un candidato alternativo a presidir la institución tras el 24-M, lo que enfureció al alcalde hasta el punto de votarse a sí mismo y permitir el gobierno del PP. En octubre, apoyó una moción de censura para un gobierno de izquierda, pero ha votado en varias ocasiones con los populares.

La institución justificó la decisión para evitar que una vicepresidencia recayese precisamente en el PP y alegando que Martínez apoyó los proyectos de Suplusa para construir residencias y centros de día -lo que en su momento generó un choque entre la institución y la Xunta cuando el líder del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, aún la presidía y que ayer rehuyó responder sobre este tema-. La socialista Pilar García Porto alegó el blindaje de la "gobernabilidad" de Suplusa.

El cargo no supone remuneración y el voto de calidad queda en manos del presidente, que es Darío Campos, en un consejo de administración al que accedieron también tres diputados provinciales populares y otro del PSdeG nombrados por el pleno, además de los cuatro propuestos por el presidente. En total, 4 del PP; 3 del PSdeG; 1 del BNG y Martínez.

PP, que tachó el nombramiento de Martínez de "esperpento" a través de Pilar Candia, y bipartito cuentan con 12 asientos cada uno, por lo que Martínez es determinante. Ayer recordó su posición de fuerza, a pesar del intento de acercamiento socialista. "Si estamos doce a doce en el pleno, obviamente en Suplusa y en aquellos órganos en los que pueda estar y ser el fiel [de la balanza], lo voy a ser", declaró.

Precisamente ayer, Martínez presentó el recurso contra el expediente de expulsión de su partido, que lo ha calificado de tránsfuga. "Quiero ser miembro del grupo socialista y del PSdeG. No soy un tránsfuga. Si hay que llegar a la comisión antitransfuguismo, llegaremos y veremos quiénes son los tránsfugas", espetó el regidor, que asegura que se incumplió el pacto al que llegó tras las municipales para ser elegido presidente de la institución provincial.

Además, afeó al partido que tome "las decisiones en caliente, sin pensar en las consecuencias, y se están metiendo en un berenjenal del que tendrán difícil salida".

Aun así, agradeció el gesto de Campos. "Estoy satisfecho de que [la propuesta] haya partido del grupo socialista. Es lo lógico y lo razonable que el presidente de una institución haga propuestas de consenso", añadió, según informa Europa Press.

El guiño no duró mucho. "En el propio grupo [socialista] no hay muy buen ambiente, pero yo no vine a la diputación ni a la política a hacer amigos. Como le dije a la secretaria de Organización, Pilar Cancela, y a los alcaldes de A Fonsagrada y A Pontenova [Darío Campos], los amigos en política los cuento con los dedos Tener más o menos amigos aquí me trae sin cuidado", zanjó.