"En situaciones como esta de abastecimiento insuficiente, la mejor estrategia es priorizar en favor de los de mayor riesgo". Así explica la Consellería de Sanidade su decisión de pedir a los médicos que "preferentemente" receten la vacuna de la meningitis B, que los padres han de costear de su bolsillo, a los menores de dos años. La dosis se puede comprar en la farmacia pero solo con receta médica, así que la prescripción del pediatra es inevitable.
Aunque las boticas aguardaban 30.000 vacunas a finales de noviembre para atender la alta demanda de los padres gallegos, alarmados por la muerte a finales de octubre de un niño en Boiro por la meningitis B, las dosis no llegan y por ello el Sergas acaba de tomar esta decisión temporal "mientras no se regulariza el suministro de la vacuna". ¿Por qué priorizar a los menores de dos años? Porque el departamento de Vázquez Almuíña detecta que los médicos están prescribiendo la vacuna no solo a los más pequeños, "si no también a mayores y críos". En Pontevedra, desde que el uno de octubre se podía comprar la vacuna en las farmacias y hasta que no se agotaron las dosis, fueron inmunizados seis mil niños solo en un mes. Muchos otros habían sido vacunados previamente, cuando sus padres decidieron irse a Portugal a comprar la vacuna.
"Hay niños pequeños que son vacunados después que los de mayor edad, circunstancia que no concuerda muy bien con la distribución del riesgo de padecer la enfermedad", argumentan desde Sanidade, y sacan manos de las estadísticas: La incidencia de la meningitis B es "más alta en los menores de dos años", y así desde 2012 y hasta octubre de este año, la incidencia en esta franja de edad fue 2,7 veces más elevada que en los niños de entre dos y cuatro años, que es el segundo grupo de edad con mayor riesgo. Dicho de otro modo, se registra un caso de meningitis B por cada 9.500 menores de dos años, mientras que hay un caso por cada 25.800 niños de entre dos y cuatro años de edad.
Sanidade insiste en que "el riesgo de padecer la meningitis B está intensamente asociada a la edad" y está demostrado que "sistematicamente la incidencia es más alta" cuanto más pequeño es el niño.
Con la petición lanzada el pasado martes desde la Dirección Xeral de Saúde Pública a los médicos para que prioricen a los más pequeños, la Xunta en el fondo admite que los padres habrán de seguir esperando por la vacuna, y que ésta seguirá llegando a cuenta gotas a las boticas.
Las farmacias esperaban que a finales de noviembre se normalizara el suministro, pero acaba de arrancar diciembre, y las listas de espera de la vacuna de la meningitis B no menguan, sino que siguen creciendo.
"A nivel mundial"
El problema con el suministro de esta vacuna es a nivel mundial, pero en el caso de España se focaliza en Galicia, pues como hubo casos de muerte los padres están especialmente sensibilizados con la dolencia y por ello prefieren vacunar a sus críos, asumiendo el coste de su propio bolsillo, sin esperar a que el Ministerio de Sanidad decida atender a las presiones de la Sociedad Española de Pediatría que apuesta porque la vacuna sea gratuita y se inmunice a todos los niños.
En este momento, la vacuna sólo se puede conseguir gratis en dos casos, cuando surge un brote se receta a las personas que han estado en contacto con el enfermo, y personas con alto de riesgo de padece meningitis (patologías muy concretas, personal de laboratorio, ...).
El departamento de Vázquez Almuíña remarca que las posibilidades de padecer la meningitis B son "muy bajas" y además "la incidencia en las últimas temporadas está descendiendo". Así entre 1995 y 2014, los casos confirmados fueron 596, de ellos 196 eran niños con menos de dos años de edad.
La peor cifra se dio en la temporada 1999/2000 con 53 enfermos, de los cuales 21 tenían menos de 24 meses y en 2013/14 fueron 16, de ellos 5 tenían menos de dos años.
