Durante los años de crisis menguaron los recursos públicos y lo primero que se sacrificó fueron las inversiones. Sin embargo, superado lo peor de la recesión y coincidiendo con un año con dos citas electorales marcadas en el calendario -las municipales de mayo y las generales de diciembre- concellos y diputaciones han vuelto a poner dinero sobre la mesa para inversiones. En el primer semestre su esfuerzo inversor se disparó un 62 por ciento hasta los 140,7 millones de euros. No ha sido lo único que ha cogido impulso durante 2015. Las entidades locales incrementaron además un 165 por ciento la concesión de subvenciones.
Según los datos del Ministerio de Hacienda, si hace solo un año las transferencias de capital -que son fundamentalmente ayudas públicas- no llegaban a los ocho millones de euros entre ayuntamientos y diputaciones, a mediados de 2015 suman ya 20,6 millones de euros.
Y lo mismo ocurre con las inversiones, que a fecha de junio del pasado año no superaban los 90 millones de euros. Con los datos del segundo trimestre del año esta cifra alcanza ya los 140,7 millones de gasto comprometido. El grueso procede de las arcas de los ayuntamientos (93,4 millones de euros), mientras que las diputaciones invirtieron 47,1 millones de euros en los seis primeros meses de 2015.
Y este incremento en las inversiones y en la subvenciones se produce pese a que los ingresos de las entidades locales a mitad de año eran casi un 10 por ciento inferiores a los registrados a estas mismas alturas del año en 2014. Sin embargo, concellos y diputaciones gallegas han conseguido ahorros importantes en gastos corrientes y de personal, que les permiten ahora disponer de más fondos para inversiones y ayudas públicas.
Las plantillas, que han adelgazado y en las que se han rebajado salarios, cuestan ahora menos dinero a las entidades municipales. El gasto de personal a mediados de este año es casi 38 millones inferior al de 2014. De 369,3 millones de euros se ha pasado a solo 331,8 millones, según los datos de ejecución presupuestaria publicados por Hacienda. Sin embargo, este descenso es mérito exclusivo de los concellos, puesto que las cuatro diputaciones han incrementado ligeramente las partidas destinadas a sus trabajadores: los 57,8 millones del pasado año han crecido hasta los 58,6 en el primer semestre de 2015.
El tijeretazo en personal lo acaparan, por tanto, los ayuntamientos gallegos que a fecha de junio tenían comprometido un gasto de 270,7 millones, un 12 por ciento por debajo de la cifra de 2014 por esta misma época.
El otro ahorro de las arcas municipales procede de los gastos corrientes. Ayuntamientos y diputaciones rebajaron sus facturas en unos diez millones de euros desde 2014. Si hace un año gastaban 371 millones, ahora han ajustado sus presupuestos hasta los 361,7.
En este caso, sin embargo, ha sido mayor el esfuerzo realizado por las corporaciones provinciales que recortaron gasto corriente en casi un veinte por ciento, frente a solo el 6 por ciento de ahorro de los consistorios.
Los gastos financieros por la reducción de la deuda también van menguando gracias a los planes económicos de apoyo del Gobierno. Si hace un año las entidades locales aún tenían que destinar unos 10 millones de euros a amortizar deuda y pagar intereses, ahora este gasto cayó a solo 4,1 millones.
