La empresa concesionaria de comedores escolares a la que la Consellería de Educación rescindió el pasado miércoles los contratos de 20 centros por "incumplimiento grave" en las condiciones de calidad de las comidas renunció ayer de forma voluntaria a la adjudicación que tenía con el Concello de Santiago para prestar servicio en varios colegios durante dos años, aunque aún no había empezado.

Tal y como explicó el alcalde de Santiago, Martiño Noriega, fue la empresa de cátering Pérea Rojas la que solicitó formalmente la "no adjudicación" del contrato de comedores escolares para los cursos 2015-2016 y 2016-2017. "Debido a las quejas y acusaciones recibidas por parte de los centros que hasta el día de ayer servíamos en la comunidad autónoma de Galicia, para no agravar más la situación y en vista de que, inicialmente, no somos bien recibidos en Santiago de Compostela, solicitamos la no adjudicación del contrato", pidió la empresa en un comunicado dirigido al Concello y que fue leído literalmente por el regidor.

Noriega destacó la "interlocución directa" que el Ayuntamiento mantuvo con la empresa de cátering, en la que mostró la "preocupación" y la "alarma social" tras haberle rescindido la Xunta los contratos de 20 centros de Vilagarcía, Cuntis, Cambre y Culleredo por "incumplimiento grave" en las condiciones de calidad. "Agradecemos a la empresa la renuncia y su comprensión porque era un proceso complejo", comentó el regidor compostelano, dado que la Xunta venía de un procedimiento administrativo donde ya se había producido la adjudicación y se estaba prestando el servicio, el cual se podía suspender por las deficiencias comprobadas, mientras que en el caso del Concello de Santiago solo se trataba de una adjudicación, sin que todavía se iniciara actividad alguna.

En este sentido, precisó que de haber hecho una rescisión de un contrato "sin tener sustanciado directamente una mala prestación" podría ser "claramente considerado prevaricación".

Al término del Consello, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, "disculpas" a alumnos y padres por la dispensación de comida en mal estado en varios centros escolares de la comunidad, que motivó la rescisión del contrato de dos empresas de cátering que suministraban los menús, ambas con sede en Málaga. "No vamos a aceptar que el servicio no se preste en condiciones óptimas de calidad; ni ahora ni nunca", declaró a preguntas de la prensa.

En caso de volver a detectar "anomalías" como las denunciadas por asociaciones de padres se rescindirán los contratos o se abrirá un expediente interno si se trata de comedores y personal propio de la administración. De hecho, reconoció que la Xunta deberá mejorar la calidad " inspección". Sin embargo, el presidente del Ejecutivo también relativizó la dispensación de comida en mal estado a alumnos detectada estos días al matizar que la Xunta proporciona cada día 58.700 comidas a escolares, más otras 11.000 de las Anpas y municipios.