La sentencia condena a los padres de Asunta a 18 de prisión cada uno. Sin embargo, los dos que llevan en la cárcel en prisión preventiva esperando por el juicio pueden descontarlos ya de ese total. El magistrado se los "abona", como consta en la sentencia. Aun así, y de no prosperar los recursos que el abogado de Rosario Porto ya anunció que iba a presentar (hasta "la última instancia", empezando por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia) y que previsiblemente también presente la letrada de Alfonso Basterra, tendrían que pasar, según fuentes consultadas ayer en una primera aproximación al cumplimiento de la sentencia, otros siete años entre rejas para poder solicitar (lo que no quiere decir que se les conceda) el acceso al tercer grado.

El tercer grado es un requisito imprescindible para poder pedir (sin garantías de que la concedan) la libertad condicional. Pero otro requerimiento, según explican fuentes jurídicas, es que para poder solicitar la condicional tendrían que cumplir primero tres cuartas partes de la pena. Además de observar buena conducta.

La clasificación de Porto y Basterra en uno u otro grado, añaden, depende de Instituciones Penitenciarias. Si están en segundo o tercer grado, también podrían acceder a permisos ordinarios o extraordinarios, aunque siempre deben mostrar buena conducta.