Es difícil cambiar las plazas de FP en las distintas ramas "con poco margen temporal", por ejemplo, "seis meses", ya que se calculan para periodos de al menos dos años, teniendo en cuenta la duración de los ciclos de Formación Profesional. Cada curso quedan pupitres vacantes, en esta ocasión han sido 4.124 (un 20% de la oferta total de plazas), debido a que las ofertadas no son exactamente las mismas que las demandadas por los jóvenes. Los estudios de FP despiertan un elevado interés, con un incremento continuo de la oferta, pero en muchas zonas de Galicia no logran un paralelismo exacto con las inquietudes de los aspirantes.
La Dirección xeral de Educación y FP de la Xunta realiza un seguimiento de la ocupación de los ciclos y avanza que con el nuevo catálogo de cualificaciones que elabora el departamento educativo del Gobierno central podrán realizarse ajustes de plazas en ciclos. La Xunta está pendiente de la última actualización del catálogo porque esto permite agilizar la creación de programas formativos para nuevos oficios. Ocurrirá, como explica el director xeral de Educación y FP, Manuel Corredoira, con ciclos que saturan el mercado, como es habitual cada cierto tiempo. "Por poner un ejemplo, en Electricidad, cuya demanda bajó en los últimos tiempos, debido también a los efectos de la crisis en el sector de la construcción, habrá que revisar plazas, porque quizás los jóvenes ya no opten por ese oficio y hay suficientes profesionales en el mercado", comenta Corredoira, quien añade que, en un centro de Formación Profesional que oferte Administración y Electricidad, por ejemplo, habrá que buscar unos estudios "que sustituyan a la segunda opción".
Edificación es otro de los ciclos con una baja demanda, por el descenso de obras en los últimos años. Para Corredoira hay varios factores que hay que tener en cuenta para elaborar la oferta de plazas: por un lado está la demanda laboral, es decir, el perfil que necesita en cada momento el sector empresarial; por otro lado está lo que demandan los jóvenes, para estudiar; y también hay que tener en cuenta la función formativa de la FP. Para el director xeral es importante combinar los tres factores. "Hay que percatarse, por ejemplo, de que es importante el entramado empresarial existente en cada área para ubicar determinados ciclos, de modo que el alumnado realice las prácticas", argumenta Corredoira. En este punto explica que hay casos, como el de Agraria, que no tienen demanda. "Fue una apuesta importante, con la elaboración de los programas profesionales, pensados para determinadas áreas en las que podría tener salida y, sin embargo, la demanda es bajísima; los jóvenes no se interesan por estos ciclos", añade Corredoira, para explicar la falta de equilibrio, en este caso, entre la demanda empresarial y social.
