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Giro en la política social del Gobierno gallego

La Xunta rebajará el copago a los dependientes con rentas medias

La consellería de Política Social aliviará los recortes aplicados en 2014 a las ayudas a la dependencia

Tras años de crisis y en la recta final de la legislatura, la Xunta busca ahora revertir algunos de los recortes más dolorosos aplicados en aras de la austeridad. Y en su giro hacia las políticas sociales ha anunciado medidas contra los desahucios así como ampliar la exención en el copago de medicamentos. Pero también habrá beneficios para los dependientes gallegos, que desde agosto de 2014 vieron incrementadas las cuantías que tenían que pagar por las prestaciones que recibían como consecuencia de los cambios normativos aplicados desde el Ministerio de Sanidad. El nuevo conselleiro de Política Social, José Manuel Rey Varela, trabaja ya en una reducción del porcentaje de copago que tienen que abonar las rentas medias, a lo que se sumarán "otras rebajas próximamente", según explican fuentes del departamento.

Fueron dos los cambios incorporados al sistema de copago en la dependencia que terminaron por incrementar las cuantías que debían abonar los dependientes por los servicios, al tiempo que se rebajaban las pagas económicas por cuidador. Por un lado, para calcular el porcentaje que debía pagar cada beneficiario empezó a utilizarse el patrimonio y no la renta, de manera que empezaron a computar propiedades o fincas y esto supuso que algunos dependientes vieran incrementado de golpe las cantidades que debían abonar.

Y además por orden del Gobierno se simplificó la clasificación de los dependientes según su gravedad y con estos nuevos baremos se redujo también la cuantía de las ayudas.se redujo también la cuantía de las ayudas En el caso, por ejemplo, de las pagas por cuidador el tijeretazo llegó hasta el 25 por ciento.

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Desde el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) se está impulsando, de hecho, una iniciativa legislativa popular en el ámbito estatal en contra de estos recortes que ya lleva recopiladas casi 612.000 firmas.

Tras el batacazo sufrido en las elecciones municipales de mayo, los populares gallegos decidieron dar un giro en su estrategia para amortiguar el desgaste electoral sufrido por los recortes y en la ponencia aprobada en septiembre se contemplaba ya de forma genérica una propuesta para que "el dependiente disponga de una cantidad mínima para sus gastos personales".

Rey Varela está ya trabajando en ello y, según concretaron fuentes de su departamento, se trata de "disminuir los porcentajes de la parte del copago que les corresponden a los dependientes de rentas medias".

No será el único empujón a la dependencia por parte de la Xunta. En el Debate del Estado de la Autonomía celebrado el pasado mes de octubre el titular del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo, anunció que en 2016 aumentarían en 10.000 el número de dependientes atendidos, lo que supondrá rebajar la lista de espera en casi un 40 por ciento -ahora mismo se sitúa en 25.000 personas-.

La Xunta está ya apretando el acelerador para llegar al final de la legislatura con los deberes hechos. En octubre, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, se superó la barrera de los 40.000 dependientes atendidos, la cifra más alta desde que se puso en marcha el sistema de atención a la dependencia.

Detrás de este incremento está que desde el pasado mes de julio los dependientes leves se han incorporado a la lista de espera para ser atendidos y progresivamente empiezan a recibir las prestaciones. Según los datos de Política Social, un total de 1.616 gallegos con dependencia leve se benefician ya de servicios o ayudas, otros 2.551 tienen aprobado un programa individual de atención aunque todavía no se hizo efectiva la prestación y hay otras 12.797 solicitudes que todavía están en vías de tramitación.

Isabel Pazos - Viguesa, hija de Lola, enferma de Alzheimer

"Mi madre pasó de abonar 438 euros a 800 por un centro de día, ¿dónde está el copago?"

A lo largo de este año, numerosos dependientes han sido recibiendo cartas donde se les notificaba la modificación de la cantidad que aportaban como usuarios del sistema de dependencia por los servicios que reciben, como constatan desde asociaciones de enfermos y de consumidores. Desde la Xunta aseguraron que la revisión de expedientes vino obligada por un decreto del Estado que recogió "cambios" aprobados en el Consello Territorial de Dependencia de 2012 que las comunidades "están obligadas a cumplir", siendo Galicia "de las últimas" en hacerlo. El incremento de media por aplicar los criterios de ese decreto que "se baraja", señalaron desde el Ejecutivo, es de "entre el 3 o el 5% de media", en aquellos casos donde la aportación se eleva, porque en otros, afirman, se mantiene o se reduce.

No es ese, sin embargo, el incremento que le notificaron a la viguesa Isabel Pazos, cuya madre, Lola, enferma de Alzheimer pasó, dice, de abonar 438 euros al mes a 700 y, desde el otoño, ya reconocido el grado III, a 800, por un centro de día. Como cuenta Isabel, Lola, que trabajó siempre, primero en Brasil y luego aquí en una fábrica, "y aportó" al sistema, tiene una pensión, unos 900 euros, más otra modesta cuantía por viudedad, además del viejo piso en el que ambas habitan.

Isabel, además, está en paro, y aunque las ofertas de empleo no le "llueven", cuando lo hicieron lo que le ofrecieron no le llegaba, afirma, para pagar a alguien que se hiciera cargo de su progenitora las horas que no está en el centro, que utiliza solo en días laborables, y de donde regresa a las 17.30 horas. Ella misma va a llevarla y traerla, para ahorrarse al menos el autobús, por eso lamenta que cuando le comunicaron el alza no le dijeron en qué "se basaron" para cobrar esos cientos de euros más. Isabel se pregunta, con la cantidad que ahora abona su madre, "dónde está el copago".

Así las cosas, Isabel se apaña haciendo economías porque tanto ella como su madre tienen más vida, aparte del centro de día. Recuerda que con lo que queda hay que pagar la luz, el agua, el teléfono, la calefacción, sus comidas y las de ella (cuando es festivo), las cenas, la ropa, las cremas para cuidar las costras que se le forman en los pies a su madre o las visitas al geriatra.

Aunque asegura que quiere a su madre, Isabel es otro ejemplo de la prueba de resistencia que soportan los cuidadores. Cuenta que su progenitora, que anda, "pero por lo demás necesita ayuda para todo, incluso para comer", requiere atención constante, y eso "acaba quemando". Nunca, proclama, podrá vivir sola. En esta situación, se pregunta qué quedará de la Ley de Dependencia y qué pueden "hacer las familias" mientras reivindica que su madre, y todos los mayores, "se merecen dignidad", y se la imagina con otra vida: "Fichaba por que fuese con sus hermanas a un café".

Sobre Alzheimer versarán las XIII jornadas profesionales que organiza hoy en Vigo la Asociación de Familiares y Enfermos de Alzheimer (Afaga), nacida hace dos décadas, donde se analizarán aspectos como la detección precoz de la enfermedad o la evaluación neuropsicológica utilizando videojuegos.

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