La denuncia presentada en Fiscalía por una mujer que acusa al presidente de la Diputación de Ourense, José Manuel Baltar Blanco, de ofrecerle trabajo a cambio de sexo ha provocado la mayor tormenta política en la corporación provincial desde la sucesión de José Luis Baltar en 2012. Al contrario de lo que ocurría en el pleno ordinario del pasado viernes cuando toda la oposición abandonó el salón ante la negativa del PP a debatir el asunto con carácter de urgencia, ayer fue la bancada de la derecha la que permaneció completamente vacía en un hecho sin precedentes en la historia de la institución.

La realidad es que José Manuel Baltar se encontraba en el Pazo de Vilamarín, a 20 kilómetros del salón de plenos, celebrando una reunión con el rector de la Universidad de Vigo, Salustiano Mato, cuando a las 10.00 de la mañana los once diputados de la oposición tenían conocimiento que ningún miembro del grupo del PP ni el propio presidente participarían en la sesión extraordinaria para debatir su reprobación. Fue una sorpresa para la oposición que, sin embargo, sí había especulado con la posible ausencia de Baltar como en su día había hecho el exalcalde socialista de Ourense, Agustín Fernández, cuando también fue reprobado por la oposición municipal, liderada entonces por el vicepresidente provincial de la Diputación, el popular Rosendo Fernández, quién ayer firmó del escrito presentado por el grupo popular ante la Secretaría Xeral de la Diputación para comunicar su plante. Lo que no se esperaban PSOE, Democracia Ourensana (DO) y BNG es que todos los diputados del grupo de gobierno participasen en lo que calificaron de un acto de "cobardía" y "dejadez de funciones".

Los populares mantienen, al igual que habían hecho la semana pasada, que el asunto que se quiere debatir es "una cuestión personal que afecta de modo grave a la honorabilidad del presidente y que nada tiene que ver con las funciones de este plenario". Acusan a la oposición de hacer con esto una "miserable, ruin y rastrera pantomima política", por lo que nunca se prestarán a "hacer política basura".

Acreditada la existencia de quórum el pleno se celebró con la ausencia del PP y actuando como presidente el diputado de mayor edad, el socialista Vicente Gómez, de modo que con los ocho votos del PSOE, dos de Democracia Ourensana y uno del BNG, el pleno de la corporación reprobó la conducta del presidente José Manuel Baltar y demandó su dimisión. El secretario explicó que la reprobación es un acto declarativo cuya figura no está regulada por lo que tiene efectos "únicamente políticos". En cambio, la solicitud de dimisión queda formulada por el pleno pero "será el presidente el que tendría que atenderla o no". En todo caso, el portavoz del PSOE, Ignacio Gómez, quiso que quedase claro que Baltar se convierte desde ayer en el "primer presidente de la Diputación de Ourense públicamente reprobado". El diputado del BNG, Ramiro Rodríguez, apuntó que el presidente "reprobado y bajo sospecha, está absolutamente descalificado para asistir y representar a la Diputación en actos de transparencia". Por su parte, el portavoz de DO, Gonzalo Pérez Jácome, afirmó que Baltar encaja en el perfil de "psicópata de corbata, ese que no mata pero no tiene empatía, todo le importa un bledo con tal de conseguir sus objetivos y apenas tiene emociones".

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, tendrá que responder en el Parlamento gallego de la actuación del máximo responsable de la Diputación de Ourense y de su partido en la provincia, Manuel Baltar. Todos los grupos de la oposición preguntarán sobre este caso en el pleno de la semana próxima, tal y como han confirmado tras la junta de portavoces celebrada ayer.