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Doce mil familias en chabolas

Un informe elaborado por Cáritas sitúa a Galicia entre las comunidades con más hogares que residen en infraviviendas

Poblado chabolista en Galicia. // 13fotos

Uno de cada cinco hogares tiene a todos sus miembros en paro y en más de 50.000 no entra ningún ingreso. Aunque se atisban ya síntomas de recuperación económica, la crisis ha dejado graves secuelas y uno de los indicadores son las condiciones de habitabilidad de los gallegos más vulnerables. Según un informe de la Fundación Foessa, dependiente de Cáritas, en Galicia son más de 11.600 las familias que viven en situación de infravivienda, es decir, en chabolas, barracones o casas prefabricadas. Aunque solo son un 1,1 por ciento del total de los hogares gallegos, es la segunda cifra más alta de las trece comunidades analizadas por este informe que acaba de publicar esta fundación con datos de 2013.

Solo en la Comunidad Valenciana hay un porcentaje mayor de infravivienda: del 3,6 por ciento. Cáritas, sin embargo, no incluye datos de Cantabria, Castilla La Mancha, La Rioja y Murcia.

Pero además de la infravivienda, se contabilizan otros 84.800 hogares gallegos que viven en condiciones de insalubridad, soportando en sus viviendas desde malos olores, humedades y suciedad. En este punto Galicia es superada por otras seis comunidades que están en peor situación, puesto que en la autonomía gallega solo afecta al ocho por ciento de sus hogares frente a la media nacional que se sitúa en el 9,6 por ciento.

Más excepcionales son los casos de personas que viven en edificaciones ruinosas o con graves deficiencias en la construcción, unas 2.100 familias, y otras 2.000 residen en condiciones de hacinamiento puesto que disponen de menos de 15 metros cuadrados por persona.

Sin llegar a estos extremos de precariedad, el informe de Cáritas detalla también cuales son los problemas más comunes de habitabilidad que sufren los gallegos y constata además un incremento entre 2012 y 2013. El más común son los ruidos, procedentes tanto del exterior como de los vecinos. Así lo admite un 15 por ciento de los hogares gallegos, un porcentaje mayor que el 10,4 por ciento del año anterior.

En segundo lugar el otro motivo de queja de las familias en relación a su vivienda es su ubicación en una zona que consideran peligrosa, con problemas de delincuencia y vandalismo (el 10,7 por ciento de los entrevistados). El porcentaje de hogares que señalan vivir en un barrio conflictivo se incrementó, de hecho, en casi seis puntos con respecto a 2012.

Cáritas dibuja además una radiografía sobre el nivel educativo y la atención sanitaria de los gallegos. Según su estudio, hay más de 10.000 hogares que reconocen haber pasado hambre en los últimos 10 años con frecuencia o la están pasando ahora.

Otro dato llamativo es que hay 63.000 enfermos que llevan un año sin usar los servicios sanitarios. y que 43.000 gallegos, que viven solos, aseguran no disponer de ningún apoyo para situaciones de enfermedad o dificultad.

En el ámbito educativo el estudio de la Fundación Foessa arroja la cifra de 22.200 hogares en los que residen personas que no saben leer ni escribir o no han podido ir a la escuela.

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