Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los servicios llevan a 17.000 mayores a moverse a las ciudades

Frente a las 189.000 personas con 65 años o más de 2010, cuatro años después se superaron las 206.000

Simón Espinosa

En el año 2010, el número de personas de 65 años o más que vivía en los principales núcleos urbanos de Galicia era similar al que residía en el ámbito rural. Apenas una diferencia de 13.000 habitantes, 313.000 frente a 300.000. Sin embargo, cuatro años después la radiografía ha cambiado de forma sustancial hasta ensancharse la brecha hasta los 38.600. No se trata solo de la evolución natural de la población, sino que se ha acentuado sobremanera el fenómeno por el que las personas mayores abandonan el medio rural para incorporarse al ámbito urbano. Y este movimiento migratorio es más intenso en las siete ciudades de Galicia, que han visto incrementar su población mayor desde el año 2010 en 17.000 personas. Las otras 11.000 se han trasladado a las villas intermedias como Vilagarcía, Lalín, Cangas o Narón.

El economista y demógrafo Manuel Blanco apunta las claves de esta "migración de corto recorrido". Además de la tendencia natural de la propia evolución poblacional, "influyen mucho" tres elementos. Por una parte, que los hijos que ya viven en núcleos urbanos se están llevando a los padres a vivir con ellos conforme avanza su edad, un éxodo más destacado en las provincias de Lugo y Ourense. Por otra, que en las ciudades y en las cabeceras de las comarcas es donde más servicios públicos y también más próximos se ofrecen para este sector de la población, como ambulatorios, centros hospitalarios o residencias -ya sean estas de tiempo libre, diurnos o de internamiento-.

Y una tercera razón es la seguridad. "Conforme avanza la edad se tiene más miedo a vivir solos. De ahí que los fines de semana se siga yendo al pueblo, pero entre semana se viva en la ciudad", explica Manuel Blanco.

A este éxodo ha puesto cifras el Instituto Galego de Estadística (IGE) en su informe de indicadores complementarios del Plan de Desenvolvemento Rural en Galicia para determinar el grado de concentración de la población en sus distintas áreas y el éxito de las políticas para intentar fijar población en el ámbito rural.

El fenómeno migratorio es más acusado en las siete ciudades. En 2010 había algo más de 189.000 personas de 65 años o más, pero en 2014 la cifra se disparó hasta los 206.379, lo significa 17.000 personas más. La evolución ha ido en constante progresión, pasando de representar el 19,3% al 21,1% de la población urbana.

En las villas medias -a las que el IGE se refiere como zonas intermedias e incluyen las áreas adyacentes a las ciudades-, el ascenso de la población mayor ha sido importante, pero menos. Así, de las casi 124.000 personas contabilizadas en 2010, cuatro años después se llegó a las 135.500.

El caso es que los habitantes de 65 años o más que ahora viven en núcleos urbanos de la comunidad suman casi 342.000, que son ya 38.600 más que los que residen en el medio rural cuando cuatro año antes se quedaba la diferencia en 13.000.

En las zonas rurales, la población mayor apenas ha aumentado, debido a su migración hacia las ciudades y villas intermedias. De los 300.000 registrados en 2010 se pasó a 303.264 en 2014.

En las tres zonas definidas por el IGE disminuyó la población de entre 15 y 64 años, aunque de forma más acusada en el medio rural. Se rebajó en casi 34.000, por las 10.600 de las áreas intermedias y las 24.000 de las ciudades.

Y la población juvenil, la menor de 15 años, ha aumentado, pero con grandes diferencias en sus magnitudes dependiendo del ámbito residencial. En las ciudades, como es obvio, aumentó. Lo hizo en 4.364 en cuatro años, mientras que en la zona intermedia el incremento fue más moderado, de solo 1.394. Por contra, en el medio rural, la subida fue casi inexistente, de solo 67 jóvenes.

Haz click para ampliar el gráfico

Compartir el artículo

stats