Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La Xunta reclama 203.000 euros en facturas por 68 rescates

La Consellería do Mar aún no ha ingresado casi la mitad de los importes reclamados

Simulacro de rescate con un helicóptero de la Xunta. // Aguete

Desde el mes junio de 2012, la Xunta aplica una nueva política a los rescates en el mar y en la costa, cobrando por el servicio cuando la causa del accidente está provocada por actitudes negligentes, imprudentes o temerarias. Desde entonces, la Xunta ha facturado los costes de 68 rescates, reclamando por ello el pago de 203.659 euros, según los datos facilitados por la Consellería do Mar. Ya ha cobrado algo más de la mitad, pero quedan todavía pendientes de ingreso 91.000 euros, la mayor parte de ellos derivados de los litigios aún sin resolver con las aseguradoras.

Hasta 2012, el Gobierno gallego no cobraba por los rescates realizados en el mar. Sin embargo, esta situación cambió en ese mes de junio con la entrada en vigor del decreto que regula el cobro las tarifas por las intervenciones de los medios de Salvamento Marítimo y emergencias.

En el primer año de aplicación se reclamó el pago de 15 actuaciones para prestar socorro a personas en peligro que en total sumaron 34.244 euros en gastos. Se trata tanto de servicios de auxilio a embarcaciones de recreo como a personas accidentadas a pie de la costa, bien por prácticas deportivas o de pesca submarina. La mitad del importe de las tarifas aún está sin ingresar en las arcas autonómicas.

En 2013 se realizaron 18 rescates que supusieron un coste de 64.528 euros, y de los que 42.000 aún están pendientes de cobro. El pasado año el número de servicios de auxilio por negligencia o imprudencia se disparó hasta los 23, con un coste de los servicios de socorro que ascendió hasta los 67.311 euros y de los que solo quedan por recuperar menos de 11.000 euros.

Y en lo que va de año, los salvamentos practicados fueron 12, por un coste total de 37.576 euros que se reclamó a las víctimas, de las que aún quedan por ingresar 21.240 euros. El último servicio en facturarse fue el socorro prestado a un hombre que se torció el tobillo practicando barranquismo en A Pobra y que obligó a movilizar al helicóptero Pesca I para evacuar al herido, dado que se encontraba en una localización de muy difícil acceso. De media, cada rescate practicado por la Xunta se factura por casi 3.000 euros, de los que tienen que hacerse cargo bien la propia víctima o la empresa responsable del seguro.

Las tarifas están fijadas en función de los efectivos y medios que intervengan en la operación y el número de horas requeridas. Así, por el despliegue de medios humanos se cobrarán 27 euros la hora. Si además se moviliza un coche, la tasa será de 75 euros por hora. Pero lo más caro será cuando sea necesario un helicóptero, puesto que por cada hora de vuelo el recibo se incrementará en 2.200 euros.

Si acuden al rescate embarcaciones grandes, de más de 18 metros de eslora, el precio se fijará en 2.200 euros el día. Si son más pequeñas la cuantía se reduce a 450 euros por jornada. Si el tiempo es inferior a un día se aplicará la fracción correspondiente.

Y si el barco está dotado de buceadores o rescatadores la tarifa asciende a 1.500 euros por cada hora de trabajo.

En todo caso, la Xunta no cobrará nada en situaciones de catástrofe o calamidad pública o en el caso de servicios prestados por el interés general y en beneficio de particulares o bienes determinados.

El decreto regula precisamente en qué casos la Consellería do Mar pasará la factura por el rescate. Así, se cobrarán los gastos por los rastreos y el salvamento de personas que practiquen actividades o deportes que entrañen riesgo o peligrosidad: actividades subacuáticas, navegación con embarcaciones de recreo, piragüismo o remo.

También se pasará factura cuando el rescate se realice en zonas expuestas o peligrosas como rompientes, acantilados, barrancos o similares. Lo mismo ocurrirá si las personas rescatadas no llevasen el equipamiento adecuado para la actividad que están desarrollando o cuando se hayan obviado los avisos de meteorología adversa. Y, evidentemente, la Xunta reclamará el reintegro de los gastos por aquellas operaciones de salvamento que se hayan organizado por una falsa alarma.

En todo caso, cuando se trate de un rescate a un barco los gastos correrán a cargo de la compañía aseguradora, puesto que están obligados a disponer de una póliza para cubrir incidentes.

Galicia no es pionera en el cobro de los rescates. Lo hace ya Salvamento Marítimo, dependiente del Gobierno central, y también el Ejecutivo del País Vasco. Y en el contexto actual de crisis, Medio Rural ha decidido tomar ejemplo en un intento de reducir los cinco millones al año que cuestan las operaciones para prestar socorro a embarcaciones.

Compartir el artículo

stats