Aunque la acusada no va por allí "con frecuencia", su vecino V. T., que daba un paseo con su mujer y su hija, la vio el sábado, saliendo de la casa de Montouto, antes de las 9 de la noche. Este testigo contó que mantuvo una "breve conversación" con Porto, ella dentro de su coche y él asomado a la ventanilla del copiloto, por lo que no vio si había algo atrás. Asegura que ella le contó que estaba "muy agobiada" y que debía irse. "Tengo a mi hija sola", le indicó.

El vecino, que dijo que "nunca" tuvo llaves del chalé de Porto, aunque sí del portalón, recuerda que le aconsejó: "Oye, Charo, pon las luces", aunque admite que la "visibilidad" era "buena".