La madre de Asunta Basterra, encontrada muerta en una pista de Teo en la madrugada del 22 de septiembre de 2013, negó ayer haber suministrado Orfidal a la pequeña y aseguró a todos los presentes en una sala de los juzgados de la Calle Viena de Compostela con jurado popular y máximo interés mediático para escuchar sus palabras dos años después del fatídico fallecimiento, que Asunta era su "única preocupación". Ante la pregunta realizada por su propio abogado, José Luis Gutiérrez Aranguren, tras varias horas de continuas respuestas y preguntas de una de las principales sospechosas de la muerte de la pequeña junto a su exmarido Alfonso Basterra (para los que la acusación pide hasta 20 años de cárcel), Porto se mostró rotunda aunque rompió a llorar: "Yo no maté a mi hija, no la maté".

Rosario Porto rompe a llorar cuando le muestran el cadáver de Asunta // FARO

Una de las claves de la jornada se centró en la medicación. Rosario Porto, que admitió varios capítulos de depresión en los últimos años, con consumo de Orfidal (y otras pastillas), dosis que tuvo que ampliar tras el fallecimiento de la niña, negó que se suministrase esta medicina a la menor. Sí quedó claro a lo largo de la sesión que Basterra adquiría para ella en farmacia los medicamentos. ¿Pero tomó Asunta Orfidal? Porto lo negó. Explicó que la niña no tomaba cualquier cosa y expresó que las únicas medicinas que le daban eran antihistamínicos, puntualmente, para calmar su alergia, que le provocaba estornudos en determinadas épocas e irritaciones de garganta. En concreto expresó que la niña sufría rinitis alérgica y que en la "primavera-verano de 2013 estuvo bastante cargada".

Rosario Porto, se muestra como una mujer enfermiza ante el tribunal // Vídeo: ATLAS. Foto: EFE

"Yo no le di Orfidal a mi hija, Alfonso no le dio Orfidal, nadie se lo dio", apuntó Porto. El día 21, la tarde en la que se desencadenaron los hechos, Basterra, Porto y Asunta comieron juntos. Tras asegurar que no se le suministraba Orfidal, añadió, que si las pruebas indicaban que se le daba, igual alguien se lo había suministrado, sin que ella fuese consciente. Incluso llegó a decir que Basterra "tuvo ocasión" porque ella pudo haber ido "al cuarto de baño". Pero lo planteó siempre como una conjetura: "la niña estaba despejada, incluso jugamos a las cartas, siempre nos ganaba", describió sobre el día 21 de septiembre, dando a entender que, en caso de haber tomado Orfidal, la niña debería haber mostrado síntomas de mareo.

Rosario Porto, antes de prestar declaración // Vídeo: ATLAS. Foto: Lavandeira Jr.

Porto aguantó un duro interrogatorio en una sesión maratoniana, con varios momentos de debilidad, entre ellos el visionado de las fotos del cadáver de la niña, quizás el momento más duro del testimonio de ayer. Porto y Basterra llegaron a los juzgados sobre las nueve y diez de la mañana: ayer fue el turno de ella, que se mostró cabizbaja, preocupada y con muchos momentos de debilidad ante la presión del interrogatorio, y hoy será el turno del padre de la niña, que, de momento, se muestra serio y distante. Ambos conversaron con sus respectivos abogados. Sí admitió Rosario Porto que un día de julio de 2013, la niña estaba como "dopada" (el día de la clase de música), no obstante lo atribuyó a una pastilla para la alergia que no supo concretar y que cree, según dijo, que la proporcionó Alfonso Basterra.

Rosario Porto insinúa malos tratos de Alfonso Basterra // Vídeo: ATLAS. Foto: Lavandeira Jr.

El fiscal, Jorge Fernández de Aránguiz, detectó varias contradicciones en la declaración de Porto, así como la acusación popular, representada por el abogado Ricardo Pérez Lama. Tras un intenso interrogatorio del fiscal, el presidente del tribunal, Jorge Cid, admitió dos hechos contradictorios, desestimando otros de los descritos por la acusación: uno vinculado precisamente al posible suministro a Asunta de "unos polvos blancos" y otro relacionado con la confusión en las palabras de Porto con respecto a la hora en que un extraño entró en su piso de Santiago una noche de verano de 2013, hecho que finalmente Rosario no denunció. "Si no denuncié ese episodio fue para proteger a mi hija, teniendo en cuenta que estábamos solas, yo quería que en casa se sintiera segura", indicó Porto. Posteriormente, la abogada de Basterra, Belén Hospido, afirmó que el padre de la niña dejó en manos de Porto la decisión de denunciar o no, teniendo en cuenta su condición de abogada. En cuanto a los "polvos blancos", Fernández de Aránguiz describió que existe una incoherencia entre la afirmación de ayer de Porto, defendiendo que Basterra tampoco le dio Orfidal, cuando en la declaración previa "la niña estaba empeñada en que su padre le daba unos polvos blancos", recordó el fiscal.