El censo de gallegos en Suiza no ha parado de crecer en los últimos años, como destino de muchos ciudadanos de las cuatro provincias que, en la mayoría de los casos, ya han tenido contacto previamente con el país helvético o que conservan allí amigos o familiares que les ayudan para fijar su residencia y buscar un empleo cuando se plantean mudarse. Este es el perfil de los gallegos que buscaron una salida en los últimos años a la situación en Galicia (o España). Las restricciones de entrada aplicadas por Suiza desde 2013, para controlar la llegada de ciudadanos de otros países ante el incremento de accesos, no han afectado al colectivo de gallegos que decidieron probar suerte, por segunda vez, por tercera vez (con experiencias previas en el país) pero también por primera vez. En los dos últimos años se censaron en el país helvético 1.572 gallegos, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Si a finales de 2012, antes de aplicarse las restricciones de entrada, el censo contabilizaba 37.995 habitantes de Galicia, a finales de 2014 esta cifra aumentó hasta 39.567. En el último ejercicio incluso se incrementó el ritmo de entrada, con 1.000 gallegos censados más, según la Estadística del Padrón del INE. Así, desde 2009, el censo creció en 4.252 gallegos, siempre según el dato oficial y teniendo en cuenta que, en la práctica, el número de entradas puede ser superior. En 2009 figuraban inscritos en en el país, según la misma estadística, 35.315 gallegos.

Suiza decidió limitar la emisión de permisos de trabajo de larga duración para los ciudadanos de todos los países de la Unión Europea, incluida España. Lo anunció a principios de 2013 y entró en vigor el 1 de mayo de ese año. En 2014 prorrogó la medida. Los permisos B posibilitan estancias en la Confederación Helvética de cinco años, prorrogables, a quienes cuentan con contratos de más de un año o indefinidos. Sin embargo, el Gobierno evitó poner restricción a los europeos para acceder al permiso L, que se expide como mucho para un año. La medida era reclamada por los partidos de derechas, preocupados por el aumento de la inmigración de ciudadanos europeos. Si se comparan los datos con el resto de países europeos a los que se mudaron jóvenes, parejas y familias gallegas en los últimos años, Suiza sigue liderando la lista de destinos para trabajar. Desde 2009, según el INE, se anotaron en países europeos 10.428 gallegos, de ellos, 4.252 se instalaron en Suiza, acaparando el 41%. Solo en el último año, a lo largo de 2014, se instalaron en Europa 2.171 ciudadanos gallegos, una cifra superior al número de entradas en años anteriores. De este modo, si en 2009 la llegada de gallegos fue de 1.158, en 2010 esta cifra ascendió a 1.541, en 2011 a 1.616, en 2012 a 1.833 y en 2013 a 2.109, según los datos oficiales de la estadística del INE.

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Por países, sorprende Portugal, país vecino al que solo en 2014 llegaron 1.120 gallegos. En total constan 3.863 a finales del año pasado. Reino Unido, Alemania, Francia y Bélgica son los estados de la Unión Europea a los que más se trasladan a trabajar desde Galicia. En Reino Unido hay censados 1.395 gallegos más que en 2009, alcanzando los 12.377. En Alemania son casi 16.500 y en Francia superan los 18.600. En cuanto a Bélgica, desde 2009 suman 421 gallegos más.