Tras gestionar la crisis, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, avanzó que ahora se abre un tiempo nuevo y que toca "gestionar la recuperación". Esa segunda fase, según sus palabras, comenzará en las próximas semanas con la presentación de la ponencia política del PP, el debate del Estado de la Autonomía y la presentación del proyecto de Presupuestos de Galicia para 2016 que incluirá nuevas rebajas fiscales.

El titular de la Xunta, sin embargo, no quiere desvelar de momento en qué consistirán estas rebajas fiscales. Así, se limitó a decir que "su intensidad será toda la que permita mantener los servicios públicos". "Será el único límite", advirtió. Y, en concreto, aludió a la rebaja del impuesto de sucesiones y donaciones que será "la más intensa que nunca hizo la comunidad autónoma" y que se incluirá ya en los próximos presupuestos, aunque su entrada en vigor sería para enero de 2017.

En alusión a los servicios públicos, Feijóo defendió que pese a los años de crisis se consiguió construir o ampliar siete hospitales públicos. Sobre la polémica generada en torno al nuevo Hospital de Vigo, construido mediante la fórmula de pago aplazado, el titular de la Xunta reiteró que es "evidente" que el PSOE estuvo de acuerdo y advirtió que se construyó el hospital en solo cinco años. "Si no hubiéramos recurrido al contrato público-privado habríamos tardado diez años", alegó.

En su opinión, es "incuestionable" que hay una recuperación económica. Al ser cuestionado ayer sobre sí está satisfecho con la compra de Novagalicia por parte del grupo Banesco, Feijóo concluyó que "fue bueno para Galicia".

"El futuro no está escrito", señaló. Sin embargo, resaltó que "los nuevos dueños de Abanca hasta ahora mantienen el interés por Galicia y por el empleo". Feijóo dijo que gracias a esta vía se mantuvieron 5.000 puestos de trabajo en Galicia, los servicios centrales de esa entidad financiera permanecen en la comunidad, así como empresas que trabajan para ella, y se evitó el solapamiento de oficinas.

En relación al posible abandono de Pemex de su compromiso de invertir en el Puerto de A Coruña, Feijóo explicó que debido a la bajada del precio del crudo la petrolera mexicana ya cerró su base en Rotterdam. "Y no se va a culpar al Gobierno holandés por esto", aclaró.