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La renuncia de herencias alcanza su techo histórico en Galicia

El aumento, un 17,4% respecto al mismo periodo en 2014, supera en seis puntos a la media nacional

Récord de renuncias de herencias en Galicia // FARO

Las renuncias de herencias en la comunidad gallega han alcanzado en el segundo trimestre del año su máximo histórico. Se rechazaron 577, la cifra más alta desde que hay registros, y suponen un 17,4% más que las correspondientes al segundo trimestre del pasado año y seis puntos más que la media nacional.

Se trata de una tendencia al alza que se ha acentuado sobre todo con la crisis. En todo el año 2008, antes de la recesión, solo se habían registrado 737 renuncias, pero ahora casi se alcanza estas cifras en solo un trimestre. Cada vez son más los gallegos que se ven obligados a rechazar los testamentos por la imposibilidad, según cuenta los expertos, de afrontar los impuestos que lleva asociado la aceptación de los bienes legados o de pagar las deudas, que también se heredan junto con el reso de los bienes.

El pasado año, en el segundo trimestre las negativas a heredar se quedaron en 491, para luego, en el siguiente, subir a 566, lo que entonces era la cifra más alta que consta en los registros del Consejo General del Notariado. Este ejercicio volvió a arrancar con otro incremento con respecto al mismo periodo del año anterior y los rechazos se situaron en los 515, casi un 18% más. Y entre abril y junio volvieron a aumentar para alcanzar además un nuevo techo máximo.

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En términos generales, este comportamiento es común en toda España, con miles de familias que se ven forzadas a rechazar las herencias. Pero en Galicia este fenómeno resulta más intenso. De hecho, frente al incremento del 17,4% registrado en el segundo trimestre con respecto al mismo periodo de 2014, en el conjunto del Estado fue del 11,3%. Si entre abril y junio de hace un año tuvieron que renunciar al legado familiar 8.722 contribuyentes en toda España, este ejercicio la cifra llegó a los 9.717.

Eso sí, la evolución es bastante diferente entre las comunidades, una circunstancia motivada por la distinta fiscalidad sobre sucesiones que tiene cada territorio. Por ejemplo, un gallego que paga 27.000 euros por una herencia, en la comunidad de Madrid solo tendría que abonar 1.200.

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