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Jesús Palmou: "Temo un futuro Congreso muy fragmentado; no descarto un pacto de PP con PSOE o con Ciudadanos"

"Después de las elecciones generales es el momento de hacer algo semejante a los Pactos de Moncloa" - "No es suficiente lo que el Partido Popular y los demás partidos han hecho para combatir la corrupción"

Jesús Palmou: "Temo un futuro Congreso muy fragmentado; no descarto un pacto de PP con PSOE o con Ciudadanos"

Con el bagaje de 30 años de carrera política, Jesús Palmou tiene predicamento para cantar unas cuantas verdades, pero opta por la mesura y la prudencia al evaluar la complicada situación política actual. Palmou, que la semana pasada abandonó el Consello de Contas, exige responsabilidad a los políticos, a todos y de todos los partidos, porque advierte de que en las elecciones generales España se juega mucho. Es el fin de las mayorías absolutas, y el Congreso resultante del veredicto de las urnas puede resultar "muy fragmentado" y complicarse la formación de un gobierno estable. Por ello, no descarta un pacto PP-PSOE o PP-Ciudadanos.

-Abandona el Consello de Contas. ¿Es su retirada definitiva de la vida pública?

-Han sido 30 años de actividad pública y no me planteo otro cargo institucional o político de caracter remunerado. Manifesté mi disposición, si fuera necesario, a continuar dos años más en el Consello de Contas, aunque me parecía lógico hacer ya el relevo. Voy a escribir, intensificar mi labor en instituciones de carácter benéfico-social, a estar más tiempo con mi familia, que tengo siete nietos, y también haré colaboraciones esporádicas con las Universidades de A Coruña y Santiago que me lo han pedido.

-Treinta años en política ... ¿Qué cambió desde entonces?

-Muchas cosas. Cuando yo llegué había enfrentamientos dialécticos duros, pero había menos crispación en la sociedad y en la escena política. En el Parlamento de Galicia, salvo algunas excepciones, como el zapatazo de Beiras, había más entendimiento y menos crispación. Una vez que el debate terminaba los que habíamos protagonizado el debate nos íbamos a la cafetería y nos tomábamos un café.

-La crisis económica explica la crispación social ...

-Evidentemente. La crisis y los casos de corrupción. Las dos circunstancias coincidentes en e l tiempo están detrás de la decepción de la ciudadanía y la falta de credibilidad de los políticos.

-¿Qué tienen que hacer los políticos para restituir esa credibilidad?

-Los partidos deben transmitir a la opinión pública que son contundentes en la lucha contra la corrupción, y a veces en vez de transmitir esa contudencia se han dedicado a la dialéctica del "y tú más." Los partidos deben demostrar interés real y efectivo de erradicar la corrupción en todos los ámbitos.

-¿Cómo lo hecho el PP y el PPdeG?

-Igual que los demás partidos. No es suficiente lo que ha hecho el PP ni el resto. Probablemente, podían haber hecho más. Hay que llevar el funcionamiento de todas las instituciones al máximo nivel de transparencia. Es fundamental. La opacidad favorece la corrupción y la transparencia pone al descubierto y previene la corrupción. España es uno de los países que más ha tardado en legislar sobre transparencia. Los países con normas de transparencia rígidas y donde antes se han implantado esas normas de transparencia máxima son países con menores niveles de corrupción en la vida pública.

-El PP llega tocado precisamente por la corrupción y también por la crisis económica a las elecciones generales, ¿cómo ve la situación?

-Es evidente que el PP llega a estas elecciones, no hay más que ver las encuestas, tocado efectivamente por la crisis y la corrupción. Temo que después de las elecciones generales nos encontremos con un panorama complejo, con un Congreso muy fragmentado y que sea difícil articular un Gobierno con capacidad para gobernar. Todos los partidos y todos los candidatos que se presentan a las elecciones adquieren una responsabilidad con sus electores, la de gobernar. Los 350 diputados que después de las elecciones hayan tenido el respaldo de los ciudadanos tienen la obligación de hacer el esfuerzo necesario para articular un gobierno estable y capaz de gobernar y si no lo hacen, si no ponen todo a favor del interés general, estarán defraudando a sus votantes. Más que nunca es necesario poner el interés general por delante y dejar en segundo plano los intereses particulares y de partido. Eso ya se ha hecho en otros países, y sí se ha hecho en otros países también se puede hacer aquí. Estamos viviendo un momento en que más que nunca España necesita un Gobierno estable y sólido, y sería lamentable que tras las elecciones hubiera un Ejecutivo sin capacidad para gobernar o tuviéramos que convocar nuevas elecciones.

-Las encuestas apuntan que la mayoría absoluta es muy difícil. ¿Sería partidario de un pacto PP-Ciudadanos o prefiere un pacto PP-PSOE?

-En este momento no quiero prounciarme por cuál de los pactos sería mejor porque primero hay que escuchar a los ciudadanos y ver qué quieren y cómo se reparte la voluntad popular. Una vez visto esto es cuando quienes han sido elegidos por los ciudadanos tienen la responsabilidad de sentarse y ver cuál pacto es el mejor y más conviene y más acorde es con la voluntad ciudadana expresada en las urnas. Yo no descartaría un pacto de PP y PSOE, como ha ocurrido en otros países, si los intereses generales de los ciudadanos así lo apuntan. Y tampoco un pacto PP-Ciudadanos.

-¿Son estas elecciones como muchos apuntan los comicios más importantes desde la restauración de la democracia?

-Son muy importantes. ¿Las más importantes? No lo sé. Las elecciones de 1982 fueron muy importantes. Por lo menos son tan importantes como aquellas. Creo que tras estas elecciones quienes tengan la responsabilidad de representar a la ciudadanía deben por ejemplo mirar hacia atrás y ver como en otro momento histórico difícil todos los partidos, desde la derecha a la izquierda, fueron capaces de ponerse de acuerdo para firmar los pactos de Moncloa, poniendo por delante el interés general. Es el momento de hacer algo semejante. Por eso no me pronuncio ahora mismo por ningún pacto, pero sí por la responsabilidad de todos para dar respuesta a los problemas de este país. Para eso les vamos a votar los ciudadanos.

-¿Qué cuestiones habría que incluir en esos nuevos Pactos de la Moncloa?

-Decisiones claves para salir de la crisis con los menos costes posibles y repartiendo costes entre todos. Y el problema territorial que se plantea desde Cataluña.

-Usted que fue uno de los referentes del galleguismo del PPdeG, ¿no observa que ha perdido perfil galleguista?

-Quizás ha perdido intensidad, representatividad. No digo que en este momento haya desaparecido. El propio presidente del PPdeG es un hombre que se define como galleguista, pero claramente ha bajado el perfil galleguista con respecto a épocas anteriores. Sin duda.

-¿En qué nota esa pérdida de intensidad?

-Había una serie de personas en un momento que representaban esa línea, esa corriente . El partido se define como de centro y galleguista, pero quizás las personas que apoyábamos esa corriente éramos más en número que las que hoy están en esa línea.

-Ya ha dicho que Feijóo es el mejor candidato del PPdeG para las elecciones autonómicas del año que viene, ¿cree que al final optará a un tercer mandato?

-Es el mejor candidato. No tengo la menor duda. Feijóo ha dicho que a comienzos del año que viene tomará una decisión, no voy yo a anticiparme a ese anuncio.

-¿A Feijóo se le pasa el momento, si no da ahora el salto a la política estatal?

-Feijóo es muy joven. No es por una cuestión de edad. El problema sería otro, y dependerá de lo que pase en las elecciones generales. Ahí será cuando se vea si es el momento de Feijoo para dar el salto a la política nacional y si está en su ánimo hacerlo.

-¿Cómo explica que en las elecciones municipales el PPdeG perdiese la Diputación de Pontevedra y las ciudades de A Coruña, Ferrol y Santiago?

-Tiene mucho que ver la crispación y el descrédito de la política y de los partidos con más presencia institucional en los últimos años por la crisis y la corrupción. Muchos cambiaron su voto, en algunos casos para castigar a los que estaban gobernando, pero no necesariamente a nivel local. Fue un voto de castigo a la situación general, y bueno otros buscaron otra opción que creen que podía ser mejor.

-¿Cómo valora el fenómeno Podemos?

-Podemos es el fruto de la desafección de los ciudadanos con los políticos. Surgió algo nuevo y enganchó a muchos desencantados y a un parte que nunca participaba en las elecciones.

-¿Pueden aprender PP y PSOE algo de Podemos?

-Los partidos tienen que preguntarse qué hemos hecho mal y qué tenemos que mejorar para que la gente vuelva a confiar en nosotros. Hace tres años en el discurso que pronuncié en mi ingreso en la Real Academia de Jurisprudencia ya advertía de la desafección de la ciudadanía con la clase política. En la medida en que la ciudadanía perciba, no porque se lo cuentan, que la situación económica mejora, y que hay más transparencia, se puede corregir la situación.

-Las elecciones locales fueron un toque de atención para el PPdeG de cara a las autonómicas. Ya no vale solo culpar a los de Madrid, por los recortes, porque también se valoró la gestión municipal. ¿Está en peligro la mayoría absoluta del PPdeG?

-Las elecciones municipales fueron un aviso, pero los resultados no son extrapolables a unas autonómicas, y menos cuando unas elecciones, como las del pasado mayo, se celebran en unas circunstancias tan especiales como éstas. Pero es evidente que el PPdeG tiene que tomar nota.

-¿Qué balance hace de su etapa final como conselleiro maior del Consello de Contas?

-Muy positivo. No se me ocurre mejor manera de terminar mi carrera, tras 20 años como diputado en Galicia, conselleiro, secretario xeral del PPdeG y varios años como edil y teniente de alcalde en A Estrada, qu ees donde empecé mi carrera politica. Fue muy gratificante en esta última etapa poder trabajar en la causa pública desde una total y absoluta independencia. Me voy con la satisfacción de que el Consello de Contas se ha puesto al día. Tenía un retraso considerable y este año hemos presentado la fiscalización de las cuentas públicas de tres años.

-El Consello de Contas asumirá en esta nueva etapa, ya sin usted, nuevas competencias en la lucha contra la corrupción. ¿Está preparado y tiene recursos suficientes?

-El Consello de Contas tiene como objeto fiscalizar las cuentas de las administraciones públicas y en el desempeño de su labor es frecuente encontrar elementos de riesgo de corrupción. Con las nuevas funciones, cuando encuentre riesgo de corrupción va a actuar y de una manera no policial ni judicial. Por ejemplo pidiendo planes de prevención de la corrrupción o elaborándolos. Ahora no tiene recursos ociosos, en la medida en que asuma las nuevas competencias habrá que ver si los medios bastan.

-¿Escribirá sus memorias?

-Tengo dos libros muy avanzados. Ninguno de los dos son mis memorias, pero uno es una reflexión sobre mi vida política y mi experiencia.

-¿De la época en que usted fue conselleiro de Fraga y secretario xeral del PPdeG (crisis del Prestige, salida de José Cuiña del Gobierno, sucesión de Manuel Fraga, ...) queda mucho por contar?

-Quedaron algunas cosas sin contar y otras se contaron no ajustándose a la realidad.

-¿Qué le diría con treinta años de experiencia a un novato que quiere dedicarse a la política?

-Debe autoanalizar su vocación de servicio público porque solo si es auténtica podrá superar los sinsabores que conlleva. De la política uno solo se puede llevar dos cosas, la cabeza alta cuando te vas y la satisfacción de haber cumplido con tu obligación.

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