A las 11,20 horas de ayer quedó oficialmente extinguido el gran incendio de Cualedro que calcinó un total de 3.180 hectáreas de superficie forestal y puso en peligro decenas de casas y granjas. Fue el segundo del siglo que más hectáreas devoró -tras el de Cerdedo de 2006- y el más virulento de este verano.

El siniestro se activó el pasado domingo y en solo 10 horas se extendió por cuatro municipios con una violencia que puso en jaque al operativo de extinción. En su control participaron tres técnicos, 49 agentes forestales y las dotaciones de 108 brigadas, 47 motobombas, ocho palas, once helicópteros y nueve aviones, así como efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

Estabilizado el lunes y bajo control desde el martes, el siniestro fue declarado ayer definitivamente extinguido con una estimación aun provisional que eleva a 748 hectáreas la masa de arbolado destruida por las llamas. El resto, 2.432 hectáreas, son de monte raso.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, visitará hoy por la mañana la zona acompañado por la consellería de Medio Rural, Rosa Quintana, y los cuatro alcaldes de los concellos afectados. Los cuatro regidores anunciaron el miércoles que exigirán ayudas de emergencia para paliar los graves daños sufridos y así se lo transmitirán hoy al responsable del Gobierno gallego. Fueron el alcalde de Xinzo el que informó del hallazgo de entre cinco y siete artefactos incendiarios como posibles causantes del fuego.

Ayer mismo, el Comité de Defensa do Monte Galego anunció el inicio de movilizaciones contra la actual política forestal de la Xunta y elevó a 50 millones de euros la cuantía de las pérdidas económicas por este siniestro, el segundo más importante en Galicia en los últimos 15 años. El comité ha convocado una concentración ciudadana de protesta para el próximo miércoles día 10 de septiembre, a las 20 horas, en la Praza Maior de Ourense.

En un análisis que realizó este comité sobre los fuegos se sostiene que "el delito sigue impune en Galicia" y que se trata de una "problemática crónica" pese a generar "gran alarma social en el rural". Además, se destaca que "no existe en Ourense espacio natural protegido que no haya resultado afectado por el fuego este año".