Con la incorporación de los dependientes leves la lista de espera para recibir una ayuda a la dependencia se ha disparado un 120 por ciento, mientras que el número de gallegos atendidos incluso ha descendido durante el pasado mes de julio en algo más de 200 personas pasando de las 38.916 con prestaciones en junio a un total de 38.707. La Consellería de Traballo justifica este descenso en que durante los meses de verano la gestión se ve afectada por las vacaciones de la plantilla y, en todo caso, aclara que a lo largo de 2016 se prestará atención a "gran parte" de los dependientes leves. "En 2016 se seguirá apostando por la creación de nuevos servicios, lo que permitirá incrementar la atención actual", aclaran desde el departamento que dirige Beatriz Mato.
La insuficiente financiación estatal frena el acceso de nuevos dependientes al sistema, que durante los últimos cuatro años oscila entre los 36.000 y los 38.000 atendidos. A medida que unos beneficiarios fallecen se van incorporando los que estaban en lista de espera. En Galicia la cola estaba en junio en 12.426 personas, es decir, uno de cada cuatro dependientes con derecho a recibir una ayuda (solo Aragón registraba más personas en espera). Y a este cuello de botella se sumó en julio la incorporación de los de "grado I", los más leves, a los que la Consellería de Traballo deberá dar también respuesta.
Según reflejan las estadísticas del Ministerio de Sanidad, con los dependientes leves la lista de espera en Galicia se ha disparado en 14.826 personas pasando de los 12.426 que había en junio a un total de 27.249 que hacen cola a fecha de julio para ser atendidos. Esto supone que cuatro de cada diez gallegos con derecho reconocido a recibir una ayuda por su dependencia todavía no ha sido atendido.
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Galicia, sin embargo, no es de las comunidades más afectadas por la incorporación de dependientes leves. De hecho es la segunda autonomía con menor incremento de su lista de espera, por detrás de Aragón, debido a que el número de dependientes leves en el resto de comunidades fue mucho más abultado. En Castilla y León, por ejemplo, donde solo había 478 personas en espera, el incremento ha sido exponencial al sumarse 18.600 dependientes de "grado I" de golpe.
En Galicia, según informa Traballo, ya se está prestando atención a 1.500 dependientes leves, que ya entraron en el sistema con anterioridad al pasado 1 de julio. Se trata de personas que empezaron a recibir su prestación antes del 31 de diciembre de 2011, fecha en la que el Ministerio de Sanidad acordó posponer la atención a los dependientes leves a 2015. Además, según aclaran desde la Xunta, durante los últimos años cuando quedó disponible algún servicio enfocado específicamente a los dependientes de carácter leve se adelantó su incorporación al sistema, lo que permitió que excepcionalmente algún gallego de "grado I" pudiera beneficiarse antes de la fecha marcada por el Gobierno del 1 de julio de 2015.
"La previsión es que esta cifra de 1.500 atendidos se incremente de forma considerablemente durante los próximos meses", aclaran desde Traballo. En todo caso, advierten que la incorporación en 2015 será más lenta, mientras que en 2016 a medida que se pongan a disposición nuevos servicios se agilizará la atención de dependientes leves.
Aunque los dependientes graves tendrán prioridad en las ayudas, desde la consellería aclaran que la atención de los dependientes leves es "más fácil" puesto que precisa de recursos menos complejos que pueden ir desde la teleasistencia, la ayuda a domicilio o la prestación de un servicio de fisioterapia, por ejemplo.
En relación al número de personas que fallecen en espera de una ayuda a la dependencia, la Xunta asegura que "no puede determinar el número exacto", aunque aclara que la reducción del número de personas con derecho a prestación que se registraba en las estadísticas antes de la entrada de los dependientes leves se debe "a diversos factores" como "su incorporación al sistema".
Galicia es la segunda comunidad que presta más servicios frente las ayudas económicas
- El Gobierno financia la prestación del servicio de la dependencia que realizan las comunidades autónomas en función del número de personas atendidas, de manera que con la incorporación de los leves la Xunta prevé un aumento de la dotación estatal para 2016. En todo caso, la Consellería de Traballo insiste en que es necesario reformular la financiación de manera que se pague más por los dependientes que reciben un servicio y no una ayuda económica.Si el Ministerio de Sanidad aceptase esta demanda, Galicia sería de las comunidades más beneficiadas puesto que es la segunda que opta más por los servicios y menos por pagas económicas.El 75,5 por ciento de los dependientes gallegos se benefician de un centro de día, una plaza en una residencia de mayores o ayuda en el domicilio, mientras que solo el 24,5 por ciento reciben una ayuda económica bien sea para un cuidador o para costearse un determinado servicio.Solo Canarias tiene un porcentaje menor que Galicia de pagas para la dependencia. Y, según la Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales, ése debe ser el camino: más servicios y menos ayudas económicas.Desde el departamento de Beatriz Mato se critica el sistema actual de financiación de la dependencia porque, en su opinión, está provocando un "desajuste". En Galicia la Xunta está aportando el 80 por ciento de los recursos para atender a los dependientes, mientras que la financiación del Estado se reduce a un veinte por ciento.Según defienden, el Gobierno gallego incrementó el presupuesto dedicado a la dependencia un 102 por ciento desde 2009. "Aumentamos un 93 por ciento los centros de atención diurna y un 25 por ciento las plazas residenciales para mayores", alegan.
