Galicia tiene una de las redes viarias más extensas de España. De sus más 17.000 kilómetros de carreteras, casi el 90% son de vías convencionales de un carril por sentido. Son estas las que concentran el mayor número de accidentes mortales: hasta un 76% de los siniestros con fallecidos ocurridos el año pasado en el país se produjeron en este tipo de carreteras. La situación es aún más alarmante en la comunidad, ya que casi un 93% de los accidentes mortales se produce en vías secundarias. De los 110 accidentes mortales registrados el año pasado en Galicia, un total de 102 fueron en carreteras convencionales, seis en autopista y dos y autovías.

Desde la Asociación Española de la Carretera (AEC) urgen un plan específico de seguridad vial para las vías de un carril por sentido, cuya extensión en el conjunto del país representa nueve de cada diez kilómetros de la red de carreteras y por las que transita más del 40% del tráfico. La implantación de las medidas propuesta por los expertos de AEC permitiría, según concluye el informe, "salvar la vida" al 25% de los fallecidos registrados en 2014. En el conjunto del país, la cifra ascendería a 235 personas y en el caso de Galicia, a más de 20.

Son precisamente los viajes cortos y por este tipo de carretera los más nefastos. Y en especial los que se producen a la vuelta del trabajo a casa debido al cansancio a la excesiva confianza al volante al circular por unas vías que el conductor conoce. Estos dos factores son los que provocan una elevada accidentalidad en las carreteras convencionales gallegas, con una tasa de siniestralidad de más de 10 puntos por encima de la media estatal. Unos siniestros que se producen a escasos kilómetros del domicilio del conductor. Más del 30% de los fallecidos en Galicia sufren el accidente a menos de 5 kilómetros de su casa. Entre cinco y 10 kilómetros ocurren casi un 5% de los siniestros mortales. Y entre 10 y 20 km, un 15%. O lo que es lo mismo, la mitad de los automovilistas fallecidos en las carreteras gallegas tienen el accidente a menos de 20 kilómetros del garaje de casa.

Con el objetivo de atajar la alta siniestralidad en las vías convencionales, que en Galicia el año pasado registraron diez fallecidos más al pasar de los 92 contabilizados en 2013 a los 102 de 2014, la Asociación Española de la Carretera propone un plan que recoge tres líneas estratégicas: reducir el riesgo de accidente asociado a las características de la vía y su entorno, generar un escenario más seguro para la coexistencia de tráficos heterogéneos y reforzar las estrategias de control del cumplimiento de las normas.

Para evitar los errores de los conductores al volante, AEC defiende el refuerzo de la señalización, adecuación de trazados, implantación de sistemas de alerta de peligro, eliminación de obstáculos en los márgenes y reducción de pendientes laterales. Urge además la inspección de todas las intersecciones de la red viaria convencional para mejorar accesos, señalización y visibilidad.

Y finalmente, el plan propuesto por AEC recoge la construcción de "carreteras 2+1", en las que cada sentido de circulación alterna la existencia de un carril adicional durante un número determinado de kilómetros, eliminándose así el choque frontal como consecuencia de adelantamientos y reduciéndose el riesgo de impacto frontolateral.