Desde que a finales de septiembre se inició en Galicia la temporada de gripe 2014-2015, hasta que finalizó, en mayo, fallecieron en Galicia por complicaciones relacionadas con el virus 58 personas, cuya edad media rondaba los 70 años. La cifra es la más elevada de los últimos años. Está por encima de la registrada el año pasado, 53 casos, y es muy superior a la de la temporada 2012-2013, cuando solo se declararon 11 muertes de pacientes ingresados por gripe.

Según explica el Sergas en el último Boletín Epidemiolóxico de Galicia publicado, la tasa de letalidad -número de defunciones entre pacientes hospitalizados por gripe confirmada- de este año, situada en un 8,2%, alcanza el valor más alto desde que Galicia comenzó a vigilar los ingresos con gripe en 2009-2010, año en el que se produjo la pandemia de la gripe A.

En total, tuvieron que ser hospitalizadas en Galicia por esta causa 709 personas, lo que implica una tasa de ingresos bastante similar a la de la pandemia. El máximo de la ola de ingresos llegó, con 69 de golpe, en la segunda semana de enero (aunque hubo dos ondas de la enfermedad y más largas e intensas de lo habitual). En esas fechas se produjo una saturación de las urgencias en los hospitales gallegos que obligó incluso a aplazar operaciones. No solo se adelantó el pico de gripe con respecto a lo habitual, sino que los más afectados fueron mayores y buena parte de ellos no se había puesto la vacuna recomendada, señaló entonces Rocío Mosquera. Según el Sergas, un 83% de los hospitalizados tenía indicada la vacuna antigripal, pero solo un 39% la había recibido.

Elevar los porcentajes de vacunación -que están en el 52%, cuando lo ideal sería el 65%- es una de las prioridades de Sanidade, que se plantea este año llamar a los mayores y a los crónicos para persuadirlos de que se vacunen. El Colegio Farmacéuticos de Pontevedra se ofreció a poner la inyección en las boticas. Sanidade estudió la propuesta pero el Ministerio no contempla por ahora esa posibilidad.