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La banda ancha en la comunidad

El 40% de los hogares gallegos carece de acceso rápido a internet

La Xunta se propone cumplir el objetivo de la UE y que en 2020 todo el mundo pueda conectarse a 30 megas. Cien mil familias alegan que no se conectan por el precio

Más de 230.000 hogares dicen no conocer o no necesitar internet. // Bernabé / Gutier

Aunque quisieran, más de 445.000 hogares gallegos no pueden conectarse por ahora a internet a 30 o más megas de velocidad, a pesar de que la Unión Europea se ha propuesto como objetivo que de aquí a 5 años este tipo de conexión esté disponible para toda su población, aspiración que asume la Xunta. En la actualidad, según el Ministerio de Industria, solo un 58% de las familias gallegas tienen la posibilidad de contratar un servicio de como mínimo 30 megas, que permite arreglárselas sin problemas, al menos en teoría, a quienes quieren consultar su correo, darse un paseo por las redes sociales, echarle una ojeada a un periódico o disfrutar del visionado de una película en línea.

Pero la invasión de las nuevas tecnologías no ha hecho más que empezar y en los hogares, sobre todo con menores y los conformados por la llamada generación digital, se multiplican los aparatos conectados a la red, desde el ordenador a la tablet, pasando por las smart tvs o los smartphones. Ahí la situación se complica, sobre todo si en la vivienda conviven varios usuarios que se empeñan en ver películas en streaming en alta resolución, suben vídeos a la nube, prueban las últimas novedades en videojuegos o realizan muchas descargas a prueba de impacientes.

Las perspectivas que abre el futuro de internet, donde se realizan cada vez más trámites administrativos, relacionados con la salud (como el hospital en casa, en el que trabaja Sanidade) o el hogar inteligente, además del vídeo bajo demanda, hacen que incluso los 30 megas se puedan quedar cortos. La Xunta asegura que la rápida evolución de los servicios que se prestan a través de la red hace que la demanda de ancho de banda crezca "muy rápido" y que las necesidades de los usuarios se eleven. Por eso otra de las metas de la UE, que también comparte Galicia, es que en 2020 la mitad de la población tenga contratada una conexión ultrarrápida, igual o superior a 100 megas.

Y no se trata de un mero capricho tecnológico. La Unión Europea asegura que "los servicios digitales del mañana, desde la televisión conectada hasta la computación en la nube y la e-salud, cada vez se basan más en conexiones de banda ancha rápidas y eficientes" y, tras echar cuentas, afirma que "un incremento del 10% en la penetración de la banda ancha trae consigo un aumento del PIB del 1 al 1,5%".

En Galicia, el punto de partida es prometedor: si las conexiones de 30 o más megas por redes fijas llegan al 58% de la población (en España, al 61%), las que igualan o superan los cien (en este caso por medio de la fibra, señalan desde la Xunta), ofrecen un 55% de cobertura, lo que sitúa a Galicia a solo seis puntos del Estado. Según explican desde la Axencia para a Modernización Tecnolóxica de Galicia, la mitad de la población gallega (1,4 millones de personas) ya puede contratar, si lo desea, un servicio de hasta 200 megas gracias a las redes de nueva generación presentes en 101 concellos.

Este nivel de cobertura, afirman, es el resultado de una de las líneas de actuación del plan de banda ancha de la Xunta, que impulsó la extensión de estas redes en 193 núcleos de más de 500 habitantes fuera de las grandes ciudades (donde es más fácil disponer de las infraestructuras necesarias) y que así sentó las bases para que en esas áreas haya contratadas 40.000 líneas de al menos 100 megas.

Con todo, no basta con ofrecer la posibilidad. Habrá que convencer a los renuentes de las ventajas de internet. Las encuestas del Instituto Galego de Estatística revelan que para cien mil familias es una cuestión de dinero. La Xunta reconoce que inicialmente la penetración de las redes de 100 megas fue baja porque suponían un coste "muy alto" frente a otras de menores velocidades. Sin embargo, la situación, dicen, está cambiando, y las principales operadoras ya están modificando sus tarifas, de modo que "actualmente, los servicios de al menos cien megas no difieren apenas" de los que ofrecen menores velocidades.

Además, "cuanto más demanda haya, más bajarán los precios", sostiene Fernando Suárez, presidente del Colexio Oficial de Enxeñería en Informática de Galicia, quien se muestra "optimista" respecto a que los objetivos previstos para 2020 se logren, ya que la implantación de las conexiones ultrarrápidas avanza a un ritmo "vertiginoso" en Galicia y que, una vez desplegada la red de fibra, que es lo costoso, poca diferencia puede haber entre ofrecer 20 o 100 megas, apunta. "A día de hoy 100 megas pueden parecer muchos, pero hace cinco años las conexiones hoy normales de 20 megas también parecían una barbaridad", señala. En esa línea, explica que cada vez se incorporan más elementos multimedia y de mayor calidad en las webs, lo que requiere mayor ancho de banda.

Pero para algunos el problema no es el precio, sino que no conocen o no necesitan internet. Más de 230.000 hogares alegan esta razón para estar desconectados, una cifra elevada aunque comprensible si se tiene en cuenta que uno de cada cuatro gallegos supera los 65 años y que según el IGE solo un 8% de este colectivo se conectó a internet en los tres meses previos a su encuesta.

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