Al decreto que tiene listo ya el Ministerio de Industria para regular la producción de electricidad a pequeña escala desde los propios hogares e industrias para cubrir su demanda le ocurre lo mismo que al resto de la abundante normativa impulsada en estos tres últimos años al amparo de la reforma energética. Que, salvo excepciones, gusta poco, o directamente nada, en el sector y en el resto de administraciones. La mejor prueba es el largo listado de alegaciones que acaba de revelar la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en su también crítico veredicto sobre el texto. La Xunta está entre esos agentes que reclaman cambios antes de la aprobación, previsiblemente en septiembre, según anunciaba esta semana José Manuel Soria, para disponer así de suficiente margen para "mejorarlo". Las peticiones del Gobierno gallego no son precisamente cosméticas. En la Consellería de Economía comparten la necesidad de que aquellas instalaciones conectadas a la red general paguen un peaje como el resto de usuarios para mantenerla, pero apuestan porque esa misma solidaridad que el Ejecutivo central exige a los autoconsumidores se mantenga en el sentido inverso y que las familias y las empresas que aporten su excedente de electricidad al sistema -miles de gallegos, según el sector - sean compensadas.
"El gobierno gallego considera el autoconsumo energético un sistema con importantes beneficios, tanto en la potenciación de las energías renovables como para el propio sistema eléctrico", defiende el departamento que dirige Francisco Conde. Un modelo "que debería de ser solidario con la sostenibilidad del sistema eléctrico". La Consellería de Economía e Industria aboga por "encontrar un equilibrio adecuado que garantice el desarrollo de esta tecnología y la contribución de la misma al sistema".
Por eso la Xunta comparte la necesidad de aplicar el llamado peaje de respaldo. La parte del recibo que todos los consumidores pagan para cubrir los costes de las redes de distribución y el transporte de la electricidad por "el uso real que hagan de ellas". El decreto incluye además un "cargo asociado" al resto de cargas que arrastra el sistema. Que son muchas. Desde las retribuciones a las fuentes renovables al extra de dinero que se necesita para los sistemas eléctricos de las islas, pasando por la amortización del llamado déficit tarifario: la multimillonaria deuda acumulada por las diferencias entre lo que se recauda con el recibo de la luz y lo que cuesta la producción y el suministro.
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Ahí empiezan las distancias que marca la Xunta respecto a los planteamientos del Ministerio de Industria. "Las instalaciones con inyección cero a la red no deberían tener el mismo tratamiento que las instalaciones con conexión a la red", justifica la consellería en sus alegaciones. Por lo que para las que están aisladas -con una generación que va al 100% a cubrir el consumo de su titular-, el equipo de Conde reclama la exención del peaje, según consta en sus alegaciones. Teóricamente el decreto no les afecta. Pero en la práctica sí les influye porque el Ministerio de Industria no considera instalaciones aisladas a las que pueden desconectarse mediante algún tipo de dispositivo o interruptor.
La segunda gran diferencia está en aquellos autoconsumidores que sí están enganchados a la red y que tiran de ella para alimentarse cuando su producción casera no es suficiente o porque la capacidad de generación es elevada y obtienen más electricidad de la que usan. El proyecto de real decreto contempla dos modalidades para agrupar a estos usuarios. Suministro con autoconsumo y producción con autoconsumo. "Deberían -señala la Consellería de Economía- contar con el establecimiento de un balance neto determinado por la diferencia entre lo que vierten a la red y lo que consumen". ¿Qué significa esto del "balance neto"? La posibilidad de compensar directa o indirectamente lo que a esos consumidores les sobra de su energía una vez saciada su demanda. Directa, con el pago de la electricidad que vuelcan en el sistema como si fueran una empresa productora; o, indirectamente, con descuentos sobre la electricidad que en algún momento necesitarán coger de la red general cuando su instalación no aporte lo suficiente. "Este balance neto -añade Economía- debería calcularse para periodos temporales largos". De lo contrario, la inseguridad podría ser un freno.
Ambas peticiones de la Xunta, la exención del peaje para los autoconsumidores aislados y la compensación cuando aporten electricidad al sistema, suponen el antídoto contra la penalización o la desincentivación que representa el cobro del peaje. Precisamente para "potenciar" esta vía de producción energética la Consellería de Economía reclama también "la simplificación de la tramitación administrativa".
Bonificación a renovables
El real decreto no fija la metodología para calcular la cantidad que se repercutirá sobre los autoproductores. En su revisión de la norma, la CNMC apeló a que fuera "clara". Hasta entonces, se establece "un cargo transitorio por energía autoconsumida" que suma varios de los componentes del coste del sistema eléctrico y un fijo en función de la potencia contratada. El transitorio, según la Consellería de Economía, "afecta, en mayor o menor medida, a todas las modalidades de instalaciones y combustibles". "El Gobierno gallego considera que aquellas instalaciones que empleen energías renovables deberían tener una bonificación del 95% en este cargo, con el objetivo de fomentar este tipo de fuentes", señala.
En la Xunta comparten otra de las grandes críticas sobre la regulación. El rechazo al carácter retroactivo. Algo habitual, por cierto, en los cambios normativos del ministerio. La consellería reclama al ministerio que el decreto sea para los nuevos usuarios y que además "revise" el procedimiento sancionador. En paralelo a la posibilidad de que los inspectores puedan acudir a las casas para comprobar la situación real de las instalaciones de autoconsumo, la norma en estos momentos recoge sanciones de hasta 60 millones de euros para los casos más graves de incumplimiento.
La posición del Ejecutivo autonómico parece alineada con la visión que el superregulador tiene respecto del texto. La CNMC comparte la necesidad del cobro del peaje, a pesar de que, como su presidente, José María Martín Quemada, reconoció recientemente el establecimiento de las tarifas "podría haber sido diferente". La Xunta incide en la importancia de ir más allá del detalle de las alegaciones porque el autoconsumo debe mirarse "en su conjunto". También ahí hay una evidente similitud con lo que piensa la CNMC y su búsqueda de "la neutralidad". "Que no se premie, pero no se castigue", señala el organismo.
Más de siete millones de euros en ayudas en Galicia para solar en los hogares e industrias
- Uno de los ejemplos de la importancia que el autoconsumo tiene para Galicia es el montante de ayudas que van otorgadas desde la administración autonómica para fomentar este tipo de instalaciones eléctricas. En energía solar fotovoltaica, los conocidos paneles para aprovechar el sol, la Consellería de Economía e Industria invirtió siete millones de euros. El departamento de Francisco Conde subraya también la importancia de haber impulsado una normativa propia para las instalaciones aisladas de la red en el que se establece "un proceso autorizatorio ágil que facilita el empleo de estos equipos".Junto con el intento de revitalizar el apagado concurso eólico de 2010 y la apuesta por el desarrollo de la biomasa desde el punto de vista incluso de la producción de materia prima, el autoconsumo es una pata fundamental de la política energética de la Xunta. El decreto del Ministerio de Industria es, por eso, un golpe los intereses de la comunidad y del sector.Galicia es una potencia productora de electricidad. Que exporta más del 40% de toda la generación. Pero también tiene grandes consumidores en sus empresas industriales, que en un intento de rebajar los cada vez mayores costes energéticos optaron por exprimir la cogeneración: aprovechar sus propios procesos de producción para generar calor y electricidad. De hecho, el sector industrial absorbe la mitad de toda la electricidad consumida en Galicia y un 21,5% los hogares.
