Los mercados y plazas de abastos municipales son en muchos casos un negocio ruinoso para los concellos. Según un informe del Tribunal de Cuentas, en Galicia el 64 por ciento de estas áreas comerciales causan pérdidas a las entidades locales de las que dependen. Hay diferencias, en todo caso, según el tipo de gestión. Es mayor el número de mercados deficitarios que son gestionados directamente por las corporaciones locales, mientras que si la concesión se cede a una empresa los resultados son mejores.Por esta razón, el órgano fiscalizador del Estado insta a los ayuntamientos a replantearse la continuidad de estos servicios municipales o bien externalizarlos para evitar que resulten "financieramente onerosos" para las cuentas municipales.
Cuentas abre esta reflexión sobre la continuidad de los mercados municipales a raíz de un cambio normativo por el cual esta actividad dejó de ser en 2014 un servicio de prestación obligatorio por parte de los ayuntamientos de más de 5.000 habitantes. Hasta entonces, todos los concellos que superasen esa población debían contar por ley con un mercado o plaza de abastos. Esa exigencia hizo que proliferaran este tipo de instalaciones comerciales por todo el territorio. Según el censo elaborado por el órgano fiscalizador, en Galicia hay un total de 99 mercados -aunque solo logró recabar datos de 96-. La mayoría son gestionados directamente por los concellos (79), bien a través de los propios servicios municipales o a través de un organismo autónomo o sociedad mercantil íntegra o mayoritariamente municipal. Solo 17 están cedidos a empresas concesionarias.
Además de suprimirse la obligatoriedad de mantener abiertos estos mercados, Cuentas explica que "la nueva concepción urbanística de las ciudades, la evolución del mercado de trabajo, el desarrollo de las tecnologías de conservación y envasado de alimentos y la liberalización de horarios" han supuesto un cambio en el modelo comercial que repercute en las plazas de abastos y mercados municipales.
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De hecho, entre 2012 y 2013, años que ha fiscalizado el Tribunal de Cuentas, las pérdidas que supusieron para los ayuntamientos gallegos los mercados municipales aumentaron un 57 por ciento.
De las 79 áreas comerciales gestionadas directamente por los concellos, 55 no cubrieron gastos y necesitaron en 2013 una inyección adicional de las corporaciones locales. Se pasó de 48 mercados con pérdidas a 55 y el coste económico para las arcas municipales ascendió a 3,2 millones de euros frente a los 1,9 del año anterior.
Cuentas recomienda a las entidades locales aumentar las tasas y cánones que cobran a los comerciantes por los puestos de las plazas para así compensar los gastos y equilibrar las cuentas.
El balance es radicalmente distinto si el concello cede a una empresa la gestión de los puestos y las instalaciones del mercado. En Galicia son 17 las áreas en manos de concesionarias y la mayoría, un total de nueve, reporta ingresos adicionales a las arcas municipales, mientras que solo seis les causaron pérdidas económicas.
Aún así, en el último año analizado por Contas también se advierte un empeoramiento de la situación financiera de estos mercados municipales gestionados por empresas puesto que si en 2012 había cinco plazas de abastos deficitarias con pérdidas de 1,2 millones de euros, al año siguiente se elevaron a seis áreas comerciales con un saldo negativo de 1,8 millones de euros.
