Mandatos limitados en el tiempo y por debajo de las más de dos décadas que José Bono o Juan Carlos Rodríguez Ibarra estuvieron al frente de la Junta de Castilla-La Mancha y de Extremadura, respectivamente. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, abogó ayer por limitar la gestión de los cargos públicos a ocho años, es decir a dos legislaturas, aunque deja la puerta abierta a que sean doce años como mucho.

"Dos mandatos es un planteamiento bastante razonable", afirmó ayer Feijóo en una entrevista a Radio Galega, al tiempo que advirtió de que gobiernos "largos" de "16 o 20 años" forman parte "del pasado". A pesar de estas declaraciones, el presidente de la Xunta eludió aclarar si se presentará a la reelección. Es una incógnita que se resiste a despejar. "Ahora hay que hacer mandatos más breves, pero discutir si son ocho o si son doce es una discusión asumible, pero desde luego 16 o 20 años? En estos momentos ya no lo entendería la sociedad", argumentó.

De no haber adelanto electoral en Galicia, todavía queda más de un año para las autonómicas de 2016, por tanto todavía queda tiempo para que el también líder del PP gallego despeje la incertidumbre sobre si concurrirá a un tercer mandato o si por el contrario se aparta de la carrera a la presidencia de la Xunta y da paso a la renovación.

Preguntado por los comicios autonómicos de 2016, Feijóo aseguró que "el principal rival del PP gallego" en las próximas elecciones es que "el PP siga conectando con la gente". "Por primera vez en España y también en Galicia -prosiguió- no hay una alternativa, sino un cúmulo de coaliciones y de grupos de partidos políticos que se unen con el único objetivo de que no gobierne el que gana las elecciones".

En vísperas de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, acometiese los cambios en el PP tras la debacle electoral de su partido el 24-M -una remodelación que se limitó a la segunda línea de la cúpula en Génova-, Feijóo ponía fin a las especulaciones sobre futuro más inmediato: "Galicia es mi compromiso y me votaron para ser presidente de la Xunta". De nuevo ayer, el líder del PP gallego explicó su decisión de permanecer en el Ejecutivo autonómico en este momento de renovación a nivel nacional: "El presidente Rajoy y yo coincidimos en que desde Galicia, más que nunca, ahora, se puede mandar un mensaje de nacionalidad histórica". "Somos la única mayoría absoluta que en estos momentos hay en España -explicó- y, en consecuencia, somos la garantía de estabilidad en la política autonómica española".

De sus palabras se deduce que decidió su continuidad en Galicia, al menos de momento, tras consultarlo con el presidente nacional del partido.

Cuando todavía no se había cumplido una semana de las elecciones municipales que dejaron al PP con 183.000 votos menos que en los comicios de 2011, Feijóo anunció una renovación de "equipos, políticas y actitudes" con la convocatoria de congresos provinciales, locales y autonómico para intentar recobrar la confianza del electorado y buscar el contacto de la calle.

La semana pasada, el presidente de la Xunta encomendó José Manuel Rey, exalcalde de Ferrol, la renovación del PP. Feijóo reiteró ayer que es necesaria una "renovación de caras" en los próximos congresos provinciales, que seguramente se celebrarán después de las elecciones generales: "Todos tenemos que ponernos las pilas, empezando por mí", asumió. "Solo se puede mantener como partido mayoritario aquel que actúa, como tal, tanto en victorias con amplias mayorías como en las victorias con mayorías minoritarias, y como queremos seguir siendo el partido referente de Galicia, sí vamos a hacer una renovación de caras", sentenció el mandatario gallego.

Feijóo también abogó por la necesidad de "cambiar de "políticas" en el Partido Popular. "Hay que ajustar las políticas porque las que hicimos fueron para solucionar la recesión económica, evitar el rescate y superar la crisis, ahora tenemos que hacer políticas para acompasar el inicio de la recuperación", zanjó.