El PP bloquea la incorporación de Besteiro al Senado por proponer el PSOE a un exdiputado para Contas

El PP ha bloqueado el nombramiento del secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, como nuevo senador autonómico, que estaba previsto para el lunes en un pleno extraordinario previo a la última sesión del período actual antes de las vacaciones. La postura rompe así el consenso alcanzado esta semana para renovar órganos como el Valedor do Pobo y el Consello de Contas, pendiente desde hace varios años.

El motivo alegado por los populares para frenar de momento la llegada de Besteiro al Senado radica en la propuesta socialista para el Consello de Contas. El Parlamento debía renovar tres conselleiros del órgano fiscalizador. El PP optó por Ana María Otero López, miembro del Cuerpo Superior de Inspectores de Hacienda y del Consello Consultivo, y por José Antonio Redondo López, catedrático de la facultad de Económicas de la Universidade de Santiago (USC) y exdirector xeral del Instituto Galego de Vivenda e Solo entre 1995 y 2005, durante la administración Fraga. Los socialistas, por su parte, optaron por Xaquín Fernández Leiceaga, profesor de Economía Aplicada en la USC y exportavoz parlamentario del PSdeG en la legislatura pasada. Ahí estalló el consenso.

Los populares esgrimieron un pacto con los socialistas para no situar en Contas ni en órganos estatutarios a cargos políticos para bloquear no solo la renovación de estos, sino también para paralizar el nombramiento de Besteiro para una plaza que ha dejado vacante la exalcaldesa de Silleda, Paula Fernández Pena. Con este movimiento, Besteiro, que el miércoles dejará de presidir la Diputación de Lugo, lograría una plataforma institucional desde la que lanzar su mensaje autonómico a un año de tratar de alcanzar la Xunta.

El PP entiende que Leiceaga no cumple el perfil apolítico que se habían comprometido a respetar, tras haber formado parte de la cúpula del PSdeG y ejercer de portavoz parlamentario en la pasada legislatura, protagonizando incluso los cara a cara con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Incluso fue sondeado como un posible cabeza de cartel socialista en Santiago en las pasadas elecciones municipales.

Ante la negativa del PSdeG a retirar su propuesta, el PP solicitó el aplazamiento de la votación para designar Senador y los tres miembros de Contas prevista para el lunes en una sesión extraordinaria, en el primer caso, y otra ordinaria en el segundo. Su mayoría absoluta en la Cámara le permitirá sacar adelante esa suspensión. Los plenos de esta semana eran los últimos del actual período de sesiones antes de las vacaciones de verano, si bien podría convocarse otros de manera extraordinaria.

El PSdeG alzó la voz contra lo que calificó de "veto sin precedentes" a la designación de Besteiro para un puesto que, entienden, les corresponde. Los otros dos puestos por designación autonómica en la Cámara Alta están ahora mismo en manos de Enrique López Veiga -exconselleiro de Pesca con Manuel Fraga- y Juan Manuel Jiménez Morán -exalcalde de Verín- a propuesta del Partido Popular. Los tres puestos deberán ser ratificados o cambiados una vez se celebren las elecciones generales previstas para finales de año.

Los socialistas culparon del desencuentro a la "lamentable actitud" de Feijóo, responsabilizado de una decisión que "deja a los socialistas sin su derecho a cubrir la vacante existente ahora mismo en la Cámara estatal y que rompe las reglas democráticas". Tachan la acción de "pataleta política".

Fuentes del PSdeG recordaron que en dos de los tres miembros de Contas cuyo puesto se iba a renovar formaron parte de la cúpula del PPdeG, caso de Xesús Palmou y Dositeo Rodríguez, e insisten en que José Antonio Redondo ejerció una década como alto cargo de la Xunta popular para defender su apuesta por Leiceaga.

Perversión

A través de un comunicado, el partido de Besteiro desvinculó el recambio en la Cámara Alta de la renovación de órganos estatutarios como Contas, el Valedor do Pobo o el consejo de administración de la CRTVG, este último pendiente también desde hace tres años. "Cualquier intento de mezclar ambas cosas es una perversión del sistema democrático", alegaron.