Solo dos meses después de que la Consellería de Sanidade actualizase el calendario de vacunación infantil de acuerdo a las recomendaciones del Consejo Interterritorial de Sanidad, la Xunta se ha visto obligada ya a reorganizarlo y a aplazar temporalmente la vacuna que se ponía a los seis años contra la difteria, el tétanos y la tos ferina, denominada dTpa, además de modificar una de las inyecciones que recibían los bebés a los cuatro meses de vida, la pentavalente, que incluía esas mismas patologías junto a la vacuna contra la polio y la bacteria Haemophilus influenzae tipo b.
Estas variaciones no solo complican el calendario de Galicia, sino el de todo el Estado, y se deben a que existen "problemas de suministro global" que afectan a Europa y al resto del mundo de las vacunas que contienen antígenos frente a la tos ferina como consecuencia de las dificultades surgidas en su producción. El Consejo Interterritorial de Salud considera que el problema afectará a "medio plazo" a las vacunas pentavalentes y a las trivalentes dTpa y ha tomado medidas para "minimizar" su repercusión en los programas de vacunación.
Así, aunque el organismo que coordina comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad recalca que las dos compañías que comercializan estas vacunas en España "están trabajando activamente para resolver estos problemas con el fin de minimizar la reducción de producto disponible", considera también que "en estos momentos es difícil estimar el tiempo necesario para resolver esta situación" que, advierte, "podría prolongarse en el tiempo". Por ello, propone una reorganización del calendario, que será una "adaptación transitoria".
La Consellería de Sanidade ya transmitió a su cuadro médico que el Consejo Interterritorial ha decidido mantener la dosis de recuerdo fijada para los seis años tal y como estaba prevista: la dTpa. Pero dada la situación de escasez de las vacunas con el componente de tos ferina, el departamento dirigido por Rocío Mosquera señala que "es necesario atrasar la administración de esta inyección hasta disponer de dosis suficientes".
Sin embargo, la Consellería de Sanidade argumenta que, dado que el objetivo de esta dosis es mantener la protección a largo plazo, "no se considera que exista un incremento de riesgo por este atraso". En todo caso, deja libertad a los centros que dispongan de dosis de esta vacuna para que sigan utilizándolas hasta que las acaben.
El Sergas señala que debido a la "escasez" de la vacuna pentavalente, se sustituirá la dosis de los cuatro meses prevista con este tipo de inyección en la comunidad por una hexavalente (que protege frente a seis dolencias, incluida la hepatitis B), de modo que puedan preservarse las pentavalentes disponibles para la dosis de recuerdo para los 18 meses.
El hecho de cambiar la pentavalente por la hexavalente implica que el niño recibirá una dosis extra de vacuna frente a la hepatitis B. En el calendario actual se protege ya a los bebés desde su nacimiento contra esta patología, por lo que Sanidade explica que esta adaptación transitoria supondrá administrar cuatro dosis de vacuna frente a la hepatitis B. En esa línea, hace constar que "la seguridad de la recepción de dosis adicionales" frente a esta patología ("más allá", señala, "de las tres habitualmente recomendadas") está "suficientemente contrastada por experiencias en otros países de la Unión Europea".
Aunque a los 18 meses el Sergas aconseja, en línea con lo que dice el Consejo Interterritorial de Salud, la pentavalente "siempre que sea posible", si hubiera que usar la que protege contra seis enfermedades porque no se dispone de ella, los niños recibirían una dosis más contra la hepatitis B. De nuevo el Sergas reafirma que es un proceso seguro.
