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Alertan de los riesgos de la vacunación furtiva

Los pediatras ven injustificable el veto de Sanidad a la venta de la vacuna contra la meningitis B

Afirman que los efectos adversos son similares a los de otras inyecciones -Alertan de los riesgos de la vacunación furtiva - Denuncian que España es el único país europeo que no permite la venta

Un joven vacunándose contra la meningitis C en Vigo. // José Lores

Ni pediatras ni otros profesionales vinculados a la salud se explican la decisión del Ministerio de Sanidad de impedir la comercialización libre en las farmacias de la vacuna contra la meningitis B. Después de que anteayer el ministro del ramo, Alfonso Alonso, cerrara la puerta a la posibilidad, al menos "de momento", de que España se sumara al resto de los países de la Unión Europea, donde sí se permite la venta en las boticas de este medicamento, los pediatras resumen su estupor ante la decisión en una sola frase: "No se entiende".

Ni siquiera el hecho de que la Consellería de Sanidade -respaldada por un acuerdo unánime al respecto del Parlamento gallego- se haya implicado de forma directa en el asunto solicitando al Gobierno central que se dispense libremente en boticas, posición en la que el departamento autonómico se mantiene, ha servido para hacer cambiar de opinión al ministro.

Si los profesionales sanitarios no entienden la decisión en general, tampoco comprenden las razones particulares que da el titular de Sanidad para defender no cambiar la regla que impuso hasta ahora de que sea una vacuna de distribución exclusivamente hospitalaria sujeta a prescripción. El ministro justificó el que esté supeditada a instrucciones médicas concretas y se utilicen "criterios de salud pública" para su administración en que puede tener "efectos adversos complejos".

Para el pediatra de la Unidad de Críticos del Complexo Hospitalario de Santiago y experto en infecciones bacterianas graves, Federico Martinón, "no hay razón técnica" que impida su distribución en las farmacias. "No tiene razón de ser", subraya. "O nosotros no la sabemos", añade, señalando que si las palabras del ministro fueron "tal cual" se recogen, "no se entiende" la decisión "salvo que exista una información" que tenga el Ministerio y que los profesionales y las autoridades de otros países donde sí se comercializa la vacuna desconocen. "Mi opinión es que desde el punto de vista científico-técnico la vacuna no provoca un efecto adverso complejo inesperado o raro", afirma, remitiéndose a la experiencia en lugares donde se incluye en el calendario oficial, bien en todo el país o por regiones, como Reino Unido, Canadá o Italia.

La presidenta de la Asociación Galega de Pediatría de Atención Primaria, Teresa Valls, utiliza el mismo argumento: "Se está poniendo en otras partes del mundo y no parece que tenga más efectos adversos que los descritos hasta ahora". La vacuna, explica, puede provocar dolor local, fiebre y sensación de malestar, "tal vez en una proporción algo más alta que el resto de las vacunas", pero, subraya, "no es diferente, los efectos secundarios son los mismos".

Por eso insiste en que las razones del ministro son "de poco peso". "¿Cómo explica entonces que otros países que tienen un criterio definido y correcto esté a la venta y aquí no? ¿Lo están haciendo mal?", reitera. "Es absurdo", proclama, que no se venda en farmacias. "Lo pensamos todos los profesionales de la pediatría. No entendemos la situación", recalca.

También desde la Fundación Irene Megías contra la meningitis, que promueve en change.org una campaña que supera ya las 81.000 adhesiones instando al Gobierno a permitir, al menos, la adquisición libre en las farmacias españolas, cuestionan la determinación del departamento de Sanidad.

La directora regional en Galicia de la Fundación, la viguesa Cristina Regojo, especialista en análisis clínicos en el Complexo Hospitalario de Pontevedra, ve la decisión "inexplicable e incomprensible". "Máxime", apunta, "cuando la propia conselleira de Sanidade y el presidente de la Xunta le han planteado al señor Alonso el problema que hay en Galicia y le han pedido un cambio de postura".

Tras recalcar que España "es el único país de nuestro entorno que no permite su compra en las farmacias ni su inclusión en el calendario vacunal", Regojo subraya que "es un problema de salud pública serio que los padres gallegos vayan a Portugal a buscar la vacuna sin un control de los lotes de vacunación por parte de los pediatras que la receten". "Sin contar", añade, "el descontrol que supone que los padres no controlen bien la cadena de frío".

También los pediatras están preocupados por eso. "Se ha generado una situación indeseable para las autoridades médicas, que es la vacunación furtiva, que no permite controlar los efectos adversos ni la eficacia de la vacuna", critica Martinón. "Ese es", a su juicio, "el verdadero problema que hay que solucionar". Y la solución pasa, defiende, a falta de incluir la inyección en el calendario vacunal, que es lo que persiguen los pediatras, por poder acceder libremente a ella en las boticas bajo prescripción médica. Para este pediatra, el "mercado alternativo" que surgió por la restrictiva política del Gobierno "es el peor de los escenarios porque no permite control o seguimiento y favorece la inequidad".

También Valls denuncia "la caótica" situación creada. "La gente consigue la vacuna de forma irregular y eso incrementa las posibilidades de que se ponga en malas condiciones y que en muchos casos no se registre en el calendario de vacunas", explica. Por ello, al igual que Martinón y Regojo, pide al Ministerio que reconsidere su postura.

Mientras 81.000 ciudadanos reclaman lo mismo al Gobierno central, en Galicia son ya más de 12.000 los firmantes de otra petición en change.org para que la Xunta incluya el meningococo B en el calendario vacunal, petición que el Sergas también realizó al Ministerio.

PADRES QUE ADQUIRIERON LA VACUNA EN PORTUGAL

"Los viajes a Portugal ya no son para comprar toallas; traen dosis para sus hijos y los de otros"

Los padres no entienden que la Agencia Europea de Medicamentos permita la comercialización de la vacuna de la meningitis B, lo que indica, afirman, que es "totalmente segura", y que Sanidad no dé su brazo a torcer para que en España ocurra lo mismo. El que definen como "error" por parte del Ministerio de Sanidad ha llevado a dos progenitores pontevedreses a sumarse a quienes cruzan el Miño para hacerse con el fármaco. De hecho, en uno de los casos, José no solo adquirió el medicamento para su hijo, sino también para un pariente. Y no es el único, ya que asegura que "hay quien trae para cuatro o cinco personas" dentro de un fenómeno que describió como una "excursión continua" al país luso, esta vez, ironizó, "no para comprar toallas".

Para José la resistencia del departamento dirigido por Alfonso Alonso a dejar que las boticas españolas vendan la vacuna es "una vergüenza" y se pregunta con quién y con qué criterios toman una decisión que dice no entender y si piensan en sus hijos cuando lo hacen. "No se puede jugar con la salud de nadie, y menos de un niño. Tú trabajas para educarlo, para que crezca sano y feliz y luego de repente, por una negligencia, o una decisión tomada por quien sea...", advierte.

Otro padre, que no desea dar su nombre, aprovechó el viaje al país luso hace ya varios meses para adquirir también la vacuna de la varicela. Este progenitor defiende que conseguir las dosis de esa manera "conlleva gastos y riesgos" que podrían evitarse dispensando la vacuna en España.

IVONE PINTO | FARMACÉUTICA EN LA BOTICA LUSA

"La farmacia de Valença vendió 400 vacunas a padres gallegos desde enero"

La Farmacia do Jardim de Valença do Minho (Portugal), en la frontera con Tui y la única de la población lusa es una de las más visitadas por gallegos de las cuatro provincias para poder conseguir la vacuna contra la meningitis B para sus hijos o nietos.

La farmacéutica Ivone Pinto explica que "desde finales del año 2014, todos los días tenemos clientes que nos la piden. Son dos dosis y ha de haber un intervalo de dos meses entre la inyección de la primera y la segunda", precisa, cuantificando en unas 400 las ventas realizadas.

Todos los españoles que atiende llevan receta expedida por pediatras. "Son después ellos y enfermeros españoles los que vacunan a los niños", cuenta.

En cuanto a la procedencia de estos clientes es múltiple. LLegan de Vigo, Pontevedra, Lugo, A Coruña?.

Para el transporte de la vacuna utilizan neveras portátiles con placas de hielo o bolsas térmicas, e incluso neveras que se cargan con las baterías de los coches.

La farmacéutica añade que las vacunas que están vendiendo no caducan hasta el mes de agosto de 2016. "Estamos muy surtidos, para poder atender las demandas", explica. Cada dosis cuesta 95,6 euros. Hay casos en que los clientes adquieren ya las dos. Otros en que sólo compran una.

En esta farmacia de la frontera comenzaron a notar la demanda a raíz de los primeros brotes de enfermedad. "La mayoría de ventas la detectamos a partir de enero de este año".

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