Tráfico no permite desde el pasado mes de febrero que los radares móviles estén escondidos. Ni debajo de puentes ni detrás de papeleras ni entre árboles a la entrada de caminos o pistas. Todos tienen que estar visibles. Sin embargo eso no quiere decir que los agentes tengan que colocar carteles de anuncio sobre el control de velocidad unos metros más adelante, como hace la DGT con los cinemómetros fijos. "De una manera u otra estarán visibles, aunque habrá zonas en las que se ubicarán de manera discreta", apuntan desde la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en Galicia.

Antes de verano, el departamento que dirige María Seguí publicará en su página web una lista de 1.200 tramos de las carreteras del país donde colocarán los radares móviles. Son trayectos elegidos por su peligrosidad y que podráncambiar en cuestión de horas.

Ahora bien, que los conductores no esperen que Tráfico publique el día, la hora y el kilómetro exacto donde se pondrán los guardias con el radar. No será por tanto tan fácil ubicarlos ya que el tramo seleccionado será de varios kilómetros con lo que habrá que estar atento a un trayecto de 10 a 20 kms, y tal vez ese día el control no se realice en ese punto.

La semana pasada, Tráfico publicó la lista de los tramos de Asturias y Castilla y León donde se colocarán los radares móviles, principalmente en carreteras secundarias (las de un carril por sentido). Cada uno cuenta con una horquilla de varios kilómetros donde los agentes podrán colocarse para detectar la velocidad de los conductores. En total serán 305 trayectos controlados por radar móvil en ambas comunidades.

Aunque la DGT publique los tramos seleccionados para la ubicación de los cinemómetros móviles, habrá otros controles de velocidad que no se avisarán. Ni de la presencia de Pegasus, el helicóptero con radar de Tráfico, ni de los coches camuflados que realicen la vigilancia mientras circulan por la red viaria.