Las obras de ingeniería de la conexión Coruña-Vigo

Los iconos del Eje Atlántico

Son soluciones técnicas diseñadas para acortar los trayectos entre Vigo y A Coruña, pero algunas obras adquieren un valor excepcional

Viaducto del Sar  |  Sus casi dos kilómetros y medio de longitud lo convierten en uno de los más largos de la red ferroviaria española. Atraviesa los ríos Sar y Sarela y se diseñó para salvar las inundaciones periódicas en este valle a caballo entre Padrón y Rois.

Viaducto del Sar | Sus casi dos kilómetros y medio de longitud lo convierten en uno de los más largos de la red ferroviaria española. Atraviesa los ríos Sar y Sarela y se diseñó para salvar las inundaciones periódicas en este valle a caballo entre Padrón y Rois.

Santiago

Aunque las soluciones técnicas son solo el medio para conseguir el objetivo final, que no es otro que reducir a 70 minutos los trayectos por tren entre Vigo y A Coruña, el Eje Atlántico ha dejado un buen puñado de obras singulares, algunas incluso convertidas en referentes en Europa, para sortear los barrancos, ríos, zonas inundables y los continuos desniveles de terreno que jalonan el trazado entre las dos ciudades más importantes de Galicia. Desde el tren apenas serán visibles, pero su importancia, sin desestimar su estética, radica en que facilitan la conexión Norte-Sur de la comunidad. La dificultad orográfica de Galicia para levantar grandes obras de infraestructuras queda de manifiesto en un par de datos: el trazado de los 155,6 kilómetros del Eje Atlántico discurre por 37 túneles con una longitud total de 59,3 kilómetros -que representa el 38% del recorrido total- y por 32 viaductos que suman casi 15.000 metros.

Sobre todas las construcciones singulares destacan tres obras que merecen el calificativo de icónicas: el túnel de As Maceiras en Vigo, que con sus 8.300 metros es el cuarto más grande de España; el viaducto sobre los ríos Sar y Sarela (2.411 metros), que es uno de los más largos de la red ferroviaria española; y sobre todo el puente sobre el río Ulla, en su desembocadura en la ría de Arousa, que es ya el más largo de Europa construido con celosía metálica y que tiene además el vano más amplio del mundo con esta tipología, superando en un 20% el anterior récord.

Tras más de 2.000 millones de euros de inversión en unas obras que se iniciaron hace casi catorce años, el Eje Atlántico entrará en servicio al completo el próximo mes de abril. Solo faltan 43 kilómetros entre Vigo y Arcade y entre Vilagarcía y Padrón, los dos tramos donde precisamente se encuentran las tres construcciones más icónicas del corredor ferroviario. Trenes técnicos y también de pasajeros -pero vacíos- los están recorriendo desde hace unas semanas con el objeto de realizar las comprobaciones finales antes de dar el paso al uso comercial que permitirá realizar el trayecto entre Vigo y A Coruña en una hora y diez minutos.

Con sus 1.620 metros, el del Ulla es ya el puente de celosía metálica -20.000 toneladas de acero- más largo de Europa y además su vano principal con 240 metros supera en un 20% la distancia entre pilares que hasta ahora tenía el récord mundial, el de Nautenbach, en Alemania, sobre el río Main, con 208 metros. Se apostó por una solución técnica singular muy compleja para causar el mínimo impacto ambiental en una zona de especial interés marisqueo, garantizar la línea de visión sobre la ría de Arousa y llevar a la mínima expresión la afectación de las pilas al río Ulla a su paso por Catoira. Su construcción no estuvo de exenta de problemas, lo que provocó varios retrasos en la entrega de la obra.

A pocos kilómetros, con dirección a Santiago, aparece el viaducto del Sar, otra obra singular con casi 2.500 metros de longitud diseñada para sortear los ríos Sar y Sarela, un valle afectado periódicamente por inundaciones, un gaseoducto y varias carreteras.

Y la entrada a Vigo también requirió una solución singular. El acceso a la ciudad es subterráneo mediante un túnel bitubo de casi 8.300 metros que luego confluyen en otro artificial. Es el cuarto más largo de España y, en el futuro, será el sexto, ya que le superarán, por muy poco, dos túneles del AVE entre Galicia y Madrid.

Babío: "Va a ser el metro de Galicia"

  • Tras años de pérdida de viajeros en favor de otros medios de transporte más competitivos, el tren gallego se dispone a dar una salto cualitativo con la entrada en servicios del Eje Atlántico al completo. "Se va a vertebrar Galicia y va a contribuir al desarrollo social y económico de la comunidad porque eso es lo que favorece la conectividad", sostiene el decano del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Galicia, Ricardo Babío.Con su funcionamiento, asegura el ingeniero, se va a descubrir un mundo de posibilidades para moverse dentro de Galicia del que sacarán beneficios los trabajadores, las empresas y también quienes solo viajen por ocio. "Desplazarse en menos de ochenta minutos entre Vigo y A Coruña es como coger el metro a diario en Madrid para ir a trabajar. El Eje Atlántico va a ser el metro de Galicia", asegura el decano del Colegio de Ingenieros.Para él, el corredor ferroviario dará una nueva dimensión a la movilidad que hasta ahora resultaba difícil de imaginar. "Redescubriremos el tren y lo que significa para toda Galicia", añade. De la misma forma que la apertura de la línea entre Santiago y A Coruña, para trenes automotor en diciembre de 2009 y electrificada dos años después, incrementó las comunicaciones entre las dos ciudades, con la entrada en servicio del Eje Atlántico al completo sucederá lo mismo, pero en un ámbito superior. "Las ciudades atlánticas se transformarán en barrios de una gran cuidad", destaca. Claro que para eso se necesita un par de condiciones, precisa, como una buena oferta de relaciones ferroviarias entre el Norte y el Sur y unos precios asequibles para fomentar el transporte.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents