El baile de los movimientos corporativos en la banca española parece llegar a su fin, a la espera de lo que pueda suceder con la necesidad de mejorar los márgenes del negocio, muy constreñidos por los bajos tipos de interés. En el sector no descartan en absoluto que lo que sí pueda mantenerse en los próximos años es el cierre de oficinas. Para mejorar la eficiencia en el capítulo de los gastos y porque el modelo de banca camina imparable hacia la vertiente tecnológica. En eso coinciden absolutamente todas las entidades. Abanca ya anunció en su reciente presentación de los resultados de 2014 que su estrategia pasa por un modelo de "multicanalidad" para hacer frente a "la amenaza" de los nuevos actores en los medios de pago. "El futuro de los servicios financieros van a ser los medios digitales", aseguraba su vicepresidente, Juan Carlos Escotet.