Los cuidadores de dependientes tendrán una prórroga para lograr el título para trabajar

Gobierno y autonomías negocian una moratoria en la obligación de tener un certificado profesional, que comienza en 2016 -En Galicia menos de mil personas carecen de permiso -Casi 10.500 ya lo poseen

Santiago

Las personas que cuidan dependientes deberían contar con un certificado de profesionalidad antes de finalizar este año si quieren continuar desempeñando su tarea. A partir de enero de 2016, será obligatorio contar con una titulación y ya no sería posible homologar los conocimientos adquiridos por la experiencia y habría que cursar estudios. Este era el calendario previsto hasta el pasado día 4, cuando gobierno y comunidades decidieron negociar una moratoria a este requisito para que los cuidadores dispongan de más tiempo para lograr el diploma que les permitirá mantenerse en su ámbito profesional, decisión que coincide con año electoral, pues en mayo se celebran comicios municipales y a finales de año, generales.

En Galicia restan menos de mil personas que se dedican a esta actividad sin el correspondiente certificado, que podrían beneficiarse de esta prórroga, según las estimaciones de la Consellería de Traballo e Benestar, que prevé realizar otra convocatoria antes de diciembre para que muchos de ellos puedan homologar su experiencia.

Desde 2011, la comunidad ha convocado seis procesos para validar conocimientos y obtener estas titulaciones, que se logran por dos vías, a 10.423 personas. Por un lado, acreditando una experiencia al cuidado de personas dependientes y superando unas pruebas, como por ejemplo, quienes se hayan ocupado de sus familiares durante años. Por otro, a través de cursos formativos. Mediante la primera vía, Benestar concedió 3.817 certificados; mediante la segunda, 6.606. "En la actualidad la práctica totalidad de profesionales que trabaja en este sector cuenta ya con este certificado", añaden desde Benestar. Después serán necesarios estudios específicos en enfermería o FP.

Fuentes del departamento de Beatriz Mato atribuyen al retraso en estos procesos de otras comunidades, algunas con apenas una convocatoria, la moratoria que se aplicará para no excluir de repente a miles de personas de este mercado laboral.

La norma, por tanto, afecta a los cuidadores profesionales, pero no a los familiares que tienen a su cargo a dependientes que reciben la paga por cuidador. Se trata de un certificado para trabajar como un empleado más en el tercer sector, que incluye centros de día o residencias, así como domicilios particulares.

Las características de esta prórroga serán decididas por un grupo de trabajo ad hoc, según se decidió crear en el Consejo Territorial del pasado día 4. En él, se analizarán los plazos necesarios para impedir que miles de personas que trabajan en este sector queden fuera del mercado laboral. A pesar de que negociarán Ejecutivo y comunidades, Benestar deja en manos del primero cualquier decisión, pues suya es la competencia que establece el 31 de diciembre como límite para ejercer la profesión de cuidador de dependientes sin certificación profesional. "Las posibles actuaciones a tomar tendrían que precisarse desde el Estado", apunta.

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